Su beso robado a Jenni Hermoso, su obsceno gesto llevándose las manos a los genitales al lado de la Reina, la Infanta y varias autoridades futbolísticas mundiales, la forma indecorosa y burda de sostener a Athenea del Castillo y otras actitudes intolerables han dado la vuelta al mundo y han manchado la imagen del fútbol español y eclipsado el festejo por la gran conquista de las jugadoras españolas.
La FIFA ha anunciado la apertura de un procedimiento disciplinario y dice lo siguiente: "La FIFA reitera su compromiso inquebrantable de respetar la integridad de todas las personas y condena enérgicamente cualquier comportamiento en sentido contrario". Los hechos podrían resultar constitutivos de delito y derivar en una inhabilitación.
En nuestro país, la Federación Vasca ha sido la primera en comunicar que no asistirá a la Asamblea Extraordinaria de este viernes, reunión orquestada por Rubiales y sus acólitos para obtener un respaldo que cada vez es más débil. Las Federaciones Territoriales conforman la columna vertebral de la RFEF y su principal apoyo.
La Federación Vasca, que era una de las que tenía buena sintonía con Rubiales, ha emitido un comunicado en el que anuncian su ausencia: “Ante la gravedad de lo sucedido en la entrega de trofeos de la final del Campeonato del mundo, y la posterior gestión de los acontecimientos, la Federación Vasca de Fútbol no acudirá a la Asamblea de la RFEF”. Asimismo, a la vista de lo que acontezca en las próximas jornadas, se tomará una decisión sobre la continuidad de nunestro presidente en la Junta Directiva de la RFEF”.
Esta es la primera ausencia anunciada aunque pueden llegar más. Presidentes de clubs como Ángel Torres (Getafe) y Jokin Aperribay (Real Sociedad) también han solicitado la dimisión de Rubiales, cada vez más acorralado y con menos argumentos para defenderse. Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, ya lo dejó claro: “Si no actúa la Federación, lo hará el CSD”. El dirigente federativo está cada vez más cerca del precipicio.