Sarina Wiegman, de 54 años, que destaca por su enorme inteligencia táctica y su conexión humana, reforzó en 2023 su estatus como una de las mejores entrenadoras de la historia del fútbol, después de llevar a Inglaterra a la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, en la cayó derrotada ante España (1-0).
La neerlandesa tuvo que lidiar con varias ausencias importantes antes del inicio del torneo (Leah Williamson, Fran Kirby y Beth Mead), así como con el problema de rodilla de Keira Walsh y la suspensión de Lauren James cuando el torneo ya estaba en marcha, pero eso no les impidió llegar al partido decisivo.
En total, en un año de relativo éxito, con siete victorias en una docena de partidos, sólo les faltó la clasificación para los Juegos Olímpicos, plaza que perdieron estrepitosamente ante Países Bajos en la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Naciones, en la cual golearon a Escocia con un set en blanco (0-6).
"Si puedo contribuir y ayudar a alguien a desarrollarse en el fútbol, y sobre todo como persona, eso me da mucha energía. Eso es lo que me gusta, conectar con la gente, y yo también quiero desarrollarme. Tengo que desarrollarme constantemente, porque el fútbol y el mundo siempre están cambiando. Pero me gusta hacer esa contribución a la gente, me da mucha alegría, y mucha energía. Y cuando conseguimos resultados y victorias la alegría es aún mayor, ya que no me gusta perder. Pero también forma parte del juego", declaró recientemente a The Guardian.
Un nombre para la historia
Tras el histórico triunfo en la Eurocopa de 2017 y la plata en el Mundial de 2019 al frente de su país, Wiegman asumió el cargo de seleccionador de Inglaterra en 2021 y no ha dejado de progresar: oro en el campeonato continental, segunda en el campeonato de Oceanía y récord de imbatibilidad (30 victorias consecutivas entre 2021 y 2023). De hecho, fue la primera que consiguió llevar a dos selecciones diferentes a la final de la competición más importante a nivel de selecciones.
Cabe destacar que fue profesora de educación física y que se inició en los banquillos allá por 2007. A partir de entonces, logros importantes para una preparadora que aspira a seguir cosechando éxitos.
"Sarina es una entrenadora muy especial y con los pies en la tierra. Está preparada para todo, cualquier cosa que imagines que puede pasar en un partido, ella tiene la solución. Está muy centrada y pasa la mayor parte del tiempo pensando en el fútbol, no quiere que nada sea una sorpresa. Si el plan A no funciona, ella y Veurink (ayudante) siempre tienen el plan B y el C", declaró a Flashscore la ex campeona de Europa Anouk Dekker.
"Tiene una buena relación con las jugadoras porque es muy clara a la hora de decir lo que espera de nosotras en términos individuales y colectivos. Pocos entrenadores son tan directos y claros. Siempre habla con mucho respeto cuando explica sus decisiones técnicas y tácticas, prestando la debida atención a cada futbolista. No es de esas que crean una gran brecha entre las partes", añadió la zaguera.