Ángel Di María (35) es uno de esos futbolistas que ha movido mucho dinero en concepto de traspaso: llegó al Benfica desde Rosario Central por ocho kilos, la cifra se multiplicó por cuatro para llegar a LaLiga, siguió aumentando hasta 75 para poner rumbo al Manchester United y disminuyó de forma leve cuando el París Saint-Germain se lanzó a por su fichaje (65). De ahí se fue gratis a la Juventus y, otra vez como agente libre, ya en el ocaso de una larga y exitosa carrera, ha llegado a la capital lusa.

Todavía es pronto para sacar conclusiones porque apenas ha disputado un encuentro oficial, pero las sensaciones no pueden ser mejores tras la pretemporada: vio portería y asistió frente al Basel (1-3), marcó de nuevo en el reencuentro con Cristiano Ronaldo (4-1), hizo uno de los goles en el amistoso ante el Celta de Vigo (2-0) e inauguró el marcador en la final de la Supercopa de Portugal (2-0 al Oporto). Se quedó sin celebrar en las dos derrotas de su equipo: Burnley (0-2) y Feyenoord (2-1).

Di María, que ganó una Champions League con el Madrid, también ha disfrutado de una amplia trayectoria como internacional. Debutó en 2008 y se alzó con el Mundial de Catar para (casi) ponerle el broche de oro a esta larga etapa que aún no ha finalizado porque suma tres participaciones en el presente 2023. El extremo, campeón de la Copa América, se convirtió en centenario con la Albiceleste en 2019, un bagaje que ha ido aumentando con el paso de los años.

El cuadro lisboeta empieza el torneo doméstico este lunes en el campo del Boavista y tiene un calendario bastante asequible en las primeras jornadas: Estrela, Gil Vicente, Vitoria Guimaraes, Vizela y Portimonense. Habrá que esperar hasta la séptima fecha para ver un partido de primer nivel: será de nuevo contra el rival de este pasado jueves, que tendrá ganas de reivindicarse después de dejar pasar la oportunidad de incorporar un nuevo metal a las vitrinas de Do Dragao.