El Real Madrid quiere consolidarse como la alternativa al Barcelona en España y, por qué no, intentar plantar más cara que en el presente curso -todos los enfrentamientos directos los ha ganado el conjunto catalán, incluida alguna que otra goleada, y en ningún momento ha peligrado la conquista de la Liga F-. La distancia entre ambos clubes sigue siendo muy amplia y hablar de clásico es casi una ofensa para clubes como el Atlético de Madrid o el Levante Unión Deportiva. 

La entidad del Santiago Bernabéu (del Alfredo Di Stéfano en el caso de la sección femenina) anunció recientemente el fichaje de Oihane Hernández (23), una de las elegidas por Jorge Vilda (41) para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. La lateral lleva cinco temporadas en la élite, tiempo en el que ha superado las 100 participaciones, y siempre lo ha hecho con la camiseta del Athletic Club de Bilbao-. Ha marcado un gol y ha repartido cuatro asistencias en la última campaña.

Además, hay una modificación en portería. No se mueve Misa Rodríguez, fija para Alberto Toril y llamada a ser titular en el campeonato que se celebra en Oceanía, pero sí Méline Gérard. La veterana portera se va y Mylène Chavas, quien este viernes cumplirá 25 años, llega. No hay novedad en cuanto a la nacionalidad porque ambas son francesas, si bien hay ocho años de diferencia entre una y otra. A priori, por tanto, la situación cambia poco porque la canaria tiene suficiente crédito.

Se espera que haya al menos una incorporación en ataque dada la salida de Esther González (30), segunda máxima goleadora de la plantilla en la 2022/23. La también internacional, en un papel menos importante en los últimos meses, ha anotado 22 tantos, sólo cuatro menos que Caroline Weir, que ha sido la pichichi del equipo con 26. El tormentoso adiós de la granadina -"lo que me ha tocado vivir ha sido injusto", comentó hace algunos días- debe dar paso a un nuevo fichaje.