Unai Emery, su cuerpo técnico y el recién llegado Monchi estaban de acuerdo. Pau Torres era el refuerzo adecuado para dar un salto adelante como equipo. La apuesta es fuerte y entre todos han convencido al futbolista y a los dueños del Villa, el multimillonario egipcio Nassef Sawiris y el estadounidense Wesley Edens, para hacer un desembolso tan importante.
El defensa tiene una cláusula de 65 millones de euros pero, al quedarle un solo año de contrato, el club castellonense sabe que es el momento de vender para evitar una salida gratis en un año. Además, Pau es casi hijo predilecto en La Cerámica para dirigentes y aficionados y la intención es no poder ningún impedimento al deseo del jugador siempre que el trato entre clubs se considere justo.
En las últimas 4 temporadas, Torres ha disputado 166 partidos con el Villarreal en los que ha marcado 12 goles. Además, ha sido 23 veces internacional con la selección española.
Hace dos temporadas, Pau y su entorno estuvieron barajando la posibilidad de un traspaso al Tottenham que entonces no se produjo. Ahora, el jugador, nacido en Villarreal, ha considerado que es el momento de dar el salto.