Hace muchos meses, después del Mundial de Catar, que el Real Madrid renunció a LaLiga. Sus razones tendrá. Y mientras el Barça sigue haciendo sus deberes y podrán ser campeones la próxima jornada, los de Ancelotti van a perder hasta la segunda plaza. Por lo pronto, se dejaron tres puntos más ante una Real Sociedad que sí tiene ambiciones en esta competición. Jugar la Champions la próxima temporada, gracias a gente como Kubo, Silva o Merino, lo tienen en la mano.
Y mira que la puesta en escena del Madrid en el Reale Arena no fue mala. Tampoco la de la Real. Ambos calcaron el plan: presión altísima, circulación rápida, verticalidad extrema y dos porteros que suelen ser dos muros para los delanteros rivales.
En esa oda al fútbol no especulativo, siempre buscando la meta contraria, empezó golpeando el cuadro merengue. Tchouaméni, primero, con un latigazo. Militao, después, con un testarazo. En ambas ocasiones fue Remiro quien intervino para despejar.
Pero los de Imanol no se amilanan ante nada ni nadie. Y respondieron incluso mejor, con Zubimendi enviando al larguero una peinada de Sorloth a un metro de la portería y sin Courtois delante. Era más fácil meterla, incluso con los ojos cerrados.
El choque era divertido, con ocasiones y llegadas claras. Como la de Silva tras una gran acción plena de fuerza de Sorloth que arruinó Courtois. O como la de Oyarzabal, barrido por Militao en lo que pareció un claro penalti. Después apretaría el Madrid, con Rodrygo haciendo de Vini, de Benzema y de él mismo. A su lado, retratado nuevamente Mariano, novedad en el once. De Asensio, poco. Ni de Ceballos o Kroos, incapaces de superar a un Mikel Merino que se multiplicaba a base, eso sí, de cierta permisividad arbitral con las faltitas.
El regalo de Militao
Que se llegara al descanso sin goles parecía un milagro. Como ver un error de Militao. Pero el brasileño también es humano. Resbaló ante Sorloth y cedió el balón muy presionado desde el suelo a Courtois, pero el pase no fue medido y Kubo se adelantó al belga para anotar ante su exequipo.
Desde ahí, el Madrid se desesperó y la Real se creció. Con un Silva espectacular, como si tuviera 20 años otra vez -tiene 37-, los txuri urdin cortaron las alas blancas para seguir volando en solitario hacia la victoria. Se veían impotentes los de Ancelotti, desgañitado y molesto con las imprecisiones de los suyos.
Roja a Carvajal
Y más aún cuando Carvajal fue expulsado injustamente por Pulido Santana. En el 52 vio la amarilla por pedir una tarjeta muy clara a Oyarzabal. En el 61 vio la segunda, y la consiguiente roja, por una entrada sobre Ahien en la que llegó claramente antes y tocó balón.
Con uno menos sobre el campo, sólo quedaba tirar de la heroica ante un rival crecido no, lo siguiente. La Champions, como un título para los donostiarras, está tan cerca que no la iban a dejar escapar. Así que quisieron hacer más pupa al Madrid y por ahí llegó el segundo, en un robo de balón del eterno Silva que cedió a Ander Barrenetxea. Este, con un gran disparo al primer palo, sorprendió incluso hasta a sus propios compañeros.
Hubo alguna oportunidad del Real en las postrimerías, pero la Real se mantuvo firme para sellar la victoria por 2-0 y, de paso, servirle en bandeja de oro el título al Barça. Aunque eso hace ya mucho tiempo que lo hizo el eterno enemigo.
Jugador Flashscore del partido: David Silva (Real Sociedad).
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