Imperó el descontrol en Balaídos desde el minuto 1. Duelo muy abierto al que el FC Barcelona llegó con varios de los menos habituales como titulares y el Celta buscaba un triunfo que le garantizase la permanencia.
Las situaciones de ambas escuadras presentaron un duelo en el que las ocasiones se sucedieron en las dos áreas. Sorprendió en los compases iniciales la constante presencia de Franck Kessié en zonas de remate. Tal fue el desempeño del marfileño que llegó a marcar un gol que fue anulado posteriormente desde el VAR a causa de un fuera de juego.
No se quedaron atrás los futbolistas dirigidos por Carlos Carvalhal, que mostraron constantemente las cualidades que les debieron permitir salvarse hace muchas jornadas. Les encabezó un Gabri Veiga en estado de gracia. El canterano celeste destapó el tarro de las esencias para abrir el marcador al filo del descanso.
Estalló en júbilo la grada de Balaídos con el tanto de su hijo pródigo. Momentáneamente tenían la permanencia en la mano y dependían únicamente de defender de manera correcta ese valioso 1-0 para sellar el objetivo.
Espoleados por el tanto inicial, los gallegos volvieron del descanso muy enchufados. Lejos de echarse atrás y especular demostraron ser un equipo mucho mejor de lo que marcaba su clasificación.
Así lo refrendó de nuevo Veiga con su segundo gol de la noche. Un soberano golazo que dejó la duda de si fue un centro o un tiro a puerta, pero que dejó atónitos a propios y extraños. Una despedida inmejorable para un canterano que, casi seguro, jugó su último partido con el Celta antes de fichar por un grande.
Con los locales conscientes de que tenían la salvación en la palma de la mano llegó la relajación. Ese estado de conformidad con lo que estaba sucediendo permitió a los hombres de Xavi Hernández gozar de algunas oportunidades. Finalmente, Ansu Fati aprovechó un gran centro de Ousmane Dembélé para marcar el 2-1 con el que finalizó el partido.
Jugador Flashscore del partido: Gabri Veiga.
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