La tragedia llegó en la localidad italiana de Coverciano en el año 2009. En plena pretemporada, el canterano y capitán, uno de los mejores jugadores de aquel Espanyol, fallecía.
Como cada año desde entonces, el club perico ha abierto la puerta 21 de su estadio, la que lleva orgullosa su nombre, para que los socios y seguidores espanyolistas pudieran dedicarle de nuevo sus muestras de cariño y orgullo.
A lo largo de la mañana han ido desfilando por la estatua conmemorativa de Dani Jarque, además de sus familiares, una representación del club, encabezada por el CEO, Mao Ye, así como representantes de los primeros equipos, masculino y femenino, de la Fundació RCDE, y del resto de estamentos blanquiazules.
Las lágrimas han vuelto a brotar, en especial en los rostros de quienes compartieron sueños, alegrías y tristezas, de quienes fueron sus compañeros, como el caso del actual entrenador, Luis García.
El siguiente homenaje llegará, como en todos los partidos, en el minuto 21, cuando los aplausos inunden la grada del campo del Espanyol.