Vinicius festeja en Brasil su 23º cumpleaños posicionado como el nuevo referente del Madrid

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Vinicius festeja en Brasil su 23º cumpleaños posicionado como el nuevo referente del Madrid

Actualizado
Vinicius, con la selección brasileña
Vinicius, con la selección brasileñaAFP
La salida de Karim Benzema transforma al mediapunta brasileño en el líder de la delantera blanca. Vinicius ya lo ha ganado todo con el Real Madrid. Ante la incertidumbre relacionada con Mbappé, el carioca es, de lejos, el impulso de un frente de ataque acostumbrado a las ausencias.

Vinicius, Camavinga y Rodrygo disfrutan de sus últimos días de vacaciones en Brasil, antes de concentrarse con la plantilla en Valdebebas. Vini, de hecho, está de doble celebración. Además del descanso, el mediapunta festeja su cumpleaños número 23 posicionado como uno de los pilares del proyecto merengue. 

Incluso con Karim Benzema en el equipo, Vincius empezó a tomar más peso en las decisiones tácticas. En la final de la Champions, contra el Liverpool, marcó el único gol en un partido ajustado que hizo a Courtois figura. El portero belga contuvo 9 remates de los ingleses. El brasileño tuvo una oportunidad y la enfocó en las redes de Alisson. 

Con 22 años, ya era campeón de Europa. Con 23, ha ganado Liga, Mundial de Clubes, Supercopa de Europa; Supercopa de España y Copa del Rey. Su palmarés es envidiable y, asimismo, su papel en el Real Madrid ha ido cambiado con el paso de los años. 

Hizo parte del Real Madrid Castilla. Ascendió al primer equipo. Fue duramente criticado en la era de Lopetegui. Recibió burlas por su definición. Llegó Zidane y le brindó confianza, aunque faltaba mejorar de cara a la portería. Aterrizó Ancelotti. El entrenador italiano organizó un trabajo de pretemporada en el 2022 dedicado a los remates al arco de Vinicius y el resultado fue increíble: al final de la campaña, fue el segundo máximo anotador del club, sólo por debajo de Benzema. 

Vinicius, en la actualidad, puede definirse en una palabra: determinante. El Real Madrid necesita de su magia. De su destreza y de su habilidad. Es un líder del vestuario y, tras casi cuatro temporadas, parece que ya no divide a la afición merengue: es querido por la gran mayoría y la presidencia lo observa como un futuro Balón de Oro.