En los bajos fondos de la clasificación el suelo arde y la necesidad es imperiosa. Almería y Granada lo saben bien. Con un entrenador ya destituido (Vicente Moreno) y otro en entredicho, Paco López, ambos enfrentaban un partido de gran importancia, especialmente para los almerienses, colistas y único equipo de LaLiga sin ninguna victoria en su casillero.
Ambos entrenadores (Alberto Lasarte es el interino en el Almería) conocían perfectamente el punto débil de su rival, que en ambos casos es la debilidad defensiva ya que cada uno de ellos había recibido 18 goles en contra antes del inicio del partido. Ya son 21. Paco López también se había quejado de tener menos descanso que su adversario, ya que el Granada jugó el jueves, dos días más tarde que el Almería. “Es inaceptable”, dijo el sábado.
El Granada tiene un futbolista deslumbrante. Bryan Zaragoza, el diablo malagueño, tiene un desborde brutal y un desparpajo que le viene de serie. El equipo rojiblanco volcaba el juego hacia la izquierda a sabiendas del peligro que tiene el pequeño crack malagueño. La defensa del Almería tenía que hacer ayudas continuas para intentar frenar el habilidoso extremo andaluz. El Almería, más tímido en ataque, probó suerte con Leo Baptistao. Un latigazo del brasileño desde fuera del área pegó en el palo de la portería del Granada. Aun así, los visitantes llevaban el volante del encuentro. La cuestión es que este deporte no trata de dominar ni de crear ocasiones sino de marcar goles, y eso es lo que hizo Luis Suárez en el minuto 40 tras un gran pase de Ramazzani y una definición perfecta con la izquierda ante el portugués Ferreira.
El gol animó a los locales y, sobre todo, a los protagonistas de la jugada. Los mismos actores se encargaron de cocinar el segundo tanto. El escurridizo Ramazzani realizó una gran acción por línea de fondo para poner un centro tenso al segundo palo, donde llegó el colombiano solo para empujarla.
En éxtasis, la pareja era un vendaval y no quería parar. Ramazzani robó un balón a Puertas en el centro del campo, puso a correr a su socio, Ferreira falló en la salida y Suárez anotó su ¡¡¡¡¡tercer gol en apenas 5 minutos !!!!! La hazaña exprés del dúo diabólico del Almería fue absolutamente fabulosa. Paco López y sus jugadores no lo podían creer.
Es el tercer triplete más rápido del siglo XXI tras el de Kevin Gameiro con el Atleti en Gijón (4:45) en 2017 y el de David Villa con el Valencia ante el Athletic en 2006 (4:46).
Al Granada se le puso todo en contra. Un penalti de Baba a Villar, lo lanzó Puertas y lo paró Maximiano. En un momento crítico apareció Bryan Zaragoza con el salvavidas. Otra vez él. Una jugada plagada de velocidad y habilidad por línea de fondo acabó en penalti de Puigmal. Él cogió el balón, lo lanzó y lo marcó.
Su tanto envalentonó al equipo. Una internada de Ricard Sánchez por la derecha la culminó el lateral con un centro que se desvió y terminó entrando en la portería de Maximiano. La suerte, esta vez, sí estuvo del lado del Granada.
El fútbol es una moneda de dos caras que aparecen con bastante frecuencia. En uno de los días más felices de su vida deportiva, Suárez se lesionó en el minuto 82 y tuvo que ser retirado en camilla con preocupantes gestos de dolor. El héroe tuvo que abandonar herido el campo de batalla. Justo después empató el Granada. Uzuni recibió en carrera un balón peinado por Boyé y definió de forma espectacular ante Maximiano. El partido loco recuperaba el empate inicial.
Sergio Arribas tuvo la victoria en su zurda en el minuto 96 pero el balón acabó en el palo derecho de la portería de Ferreira. Alvaro Fernández hizo lo propio en la otra portería minutos después. El partido, trepidante, finalizó con un reparto de puntos que no agradó a ninguno de los dos. El público neutral disfrutó en grado sumo con un espectáculo vibrante y pleno de emoción.
Jugador Flashscore: Luis Suárez