Que el Barça está en apuros económicos graves es claro y notorio. El dinero de las palancas sigue sin llegar y cada vez está más en duda que lo puedan conseguir. Y si no lo hacen, tendrán que buscar por otro lado, porque LaLiga aprieta para que cumplan con el Juego Limpio Financiero y con el plan de viabilidad que presentaron en su día.
Lo más fácil sería vender futbolistas. Aunque Joan Laporta no quiere usar esa fórmula que podría garantizarle réditos millonarios que acabarían definitivamente con los problemas. Con el que más podría ganar es con Lamine Yamal (16), mas todas las propuestas que han llegado por él han sido rechazadas. "Si hemos dicho que no (a vender), es porque estamos en un proceso de recuperación económica y viendo luz al final del túnel", ha explicado el presidente.
De ahí que también se resista a desprenderse de otras jóvenes estrellas que garantizan el futuro deportivo del equipo. "Tenemos ofertas por De Jong, Fermín, Balde, Gavi, Pedri o Araujo, pero no los queremos vender. Con esos nombres, obtendríamos una cifra cercana a los 1.000 millones de euros".
El hecho de contar con ellos, además, elimina la necesidad de fichar refuerzos millonarios este verano. De ahí que el dirigiente catalán reconozoca que "las incorporaciones serán muy selectivas, para reforzar posiciones puntuales".