La marcha de Karim Benzema (35) fue una preparación a fuego lento que terminó de cocinarse en los primeros días del mercado de verano. El francés, que dobló su salario, se decantó por irse a Oriente Próximo. Además del aspecto económico, según reveló Marca en la tarde de este domingo, existió un componente religioso que motivió al Balón de Oro a dejar el Santiago Bernabéu.

Benzema dejó el Real Madrid y llegó a un mutuo acuerdo con el club para rescindir su contrato. El jugador continúa manteniendo una buena amistad con Florentino Pérez y con algunos de sus compañeros. A pesar de ello, él mismo descarta una segunda etapa como merengue: su intención es permanecer en Arabia por más tiempo.