Y es que el Barça no puede permitirse más fallos en LaLiga. A siete puntos del Real Madrid y a ocho del Girona (con un partido menos que los vecinos catalanes eso sí), los culés visitan este sábado el Benito Villamarín. Ahora mismo, únicamente los cuatro primeros clasificados del campeonato se clasificarían para la Champions y el Atlético de Madrid está tan sólo tres puntos por debajo.
El Betis, que cayó goleado 5-0 en Montjuïc, tan sólo ha perdido tres partidos en todo el campeonato, está invicto en Heliópolis y quiere seguir sumando para volver a unos puestos europeos que los tiene a un punto de distancia.
El choque es decisivo para el Barça, especialmente desde el punto de vista anímico, ya que una nueva derrota sería fatal. Pero también desde el aspecto clasificatorio, puesto que la distancia con respecto a los dos primeros podría ser irreversible. Recuperar el buen juego de Pedri, como se vio ante Osasuna, y el acierto goleador de Lewandowski, que anotó ante el Madrid, es fundamental.
Copa y Champions
Pero antes de todo eso, llega la Copa del Rey. En condiciones normales, el Barça no debería tener problemas para eliminar a un Unionistas de Salamanca, que se vino arriba en sus redes sociales, con el resultado de la final de la Supercopa. Los charros vienen de derrotar al Villarreal, la eliminatoria es a partido único y el Barça ganó por la mínima al Barbastro (2-3), un equipo de una categoría inferior a los salmantinos. El partido, este jueves a partir de las 19:30.
La Copa, torneo fetiche del barcelonismo en los últimos años, podría ser una tabla de salvación en caso de no poder pelear por La Liga.
En Europa, el Barça ha superado la fase de grupos de la Champions después de dos años cayendo rebotado a la Europa League. Y su rival en octavos de final atraviesa una situación similar, salvando las distancias.
El Nápoles ha pasado de ser campeón del Scudetto en Italia, sin dejar ningún resquicio a la duda, a ocupar actualmente la séptima plaza en Serie A. A tres puntos de la Fiorentina, cuarta, pero a nada más y nada menos que 20 de distancia sobre el líder, el Inter.
La victoria ante la Salernitana, gracias a un gol en el descuento de Rrahmani ha calmado un poco los ánimos, pero los partenopeos están muy por debajo del lugar que deberían ocupar por plantilla.
La eliminatoria de Champions, por lo tanto, es una incógnita, viendo los problemas que atraviesan unos y otros.