Tan solo habían transcurrido cuatro minutos cuando un error garrafal de Mosquera y un leve toque de Muriqi dejaron solo a Dani Rodríguez. El capi no se lo pensó y soltó un zurdazo imparable para abrir el marcador. El escenario soñado por Javier Aguirre. 

Con ese 1-0, el Mallorca jugaba muy cómodo defendiendo en su propio campo, esperando que la falta imaginación del rival provocara alguna pérdida y pudieran salir a la contra. Y ahí los bermellones, con Muriqi convirtiendo piedras en balones, se mueven con soltura. El kosovar, de hecho, marcó en un contragolpe un gol que sería bien anulado por fuera de juego. 

El Valencia sólo se aproximaba a balón parado. Pepelu se sacó un disparo a 30 metros que chocó con el palo para fortuna de Rajkovic. 

El meta local sólo tuvo que intervenir con un centro de Cenk que se envenenó casi sin querer y tuvo que desviarlo a córner. Pero la inoperancia ché era sideral, con los puntas desconectados gracias al buen trabajo destructor de Samu Costa... hasta que, cuando ya asomaba el descanso, apareció Diego López para poner las tablas con un escorzo de cabeza que a muchos nos provocaría un esguince cervical. 

Otro Valencia más compacto

El discurso de Baraja a sus jugadores resultó en un Valencia más duro en defensa y con más claridad en el medio campo de la mano de Javi Guerra. Duró poco, unos 10 minutos. A partir de ahí, Mamardashvili impidió el segundo con un paradón marca de la casa a cabezazo de Muriqi. Y el palo frenó las intenciones de Gio González. Y otra vez el georgiano detuvo a Dani Rodríguez. Cómo sufrían los valencianistas. 

El querer y no poder de los locales les pasó factura en la recta final. Sin Darder, lesionado, se vinieron abajo física y mentalmente. Creció el rival, que pidió penalti por agarrón a Hugo Duro. Desde el VAR no dijeron nada. Y como tampoco tenían demasiadas ideas, así, con el 1-1 finalizó el encuentro. 

Jugador Flashscore del partido: Pepelu (Valencia)

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