La Unión Deportiva Las Palmas aterrizó en la capital hispalense con la esperanza de asaltar el Ramón Sánchez-Pizjuán. Visitaban al inesperado colista para intentar sumar la primera victoria desde el ascenso. Ambos estaban en una situación similar hasta este domingo y afrontaban la cita con un deseo compartido: ganar. Cuando restaba poco más de un cuarto de hora, Dodi Lukebakio rompió la igualdad en el marcador para éxtasis de los aficionados.

Sergio Ramos (37) fue la gran novedad en la alineación del equipo andaluz. Ha llegado para tener un rol principal, pero había dudas respecto a esta quinta jornada porque se había ejercitado en solitario varios meses y no competía desde que disputó su último encuentro con la camiseta del París Saint-Germain (el 3 de junio del presente año, cuando los vigentes campeones de la Ligue 1, con gol del propio central, cayeron derrotados ante el Clermont por 2-3).

"Tenemos que cambiarle un poco sus ideas, ¿no? Él prefiere tener más posesión y salir jugando desde atrás cuando nuestro juego no es ese. Nuestro juego es más directo para intentar ganar segundas jugadas o incluso primeras y, a partir de ahí, jugar en campo contrario, pero no salir desde atrás. Nosotros llegamos aquí en un momento en el cual estaban las cosas complicadas y no quiero que vuelvan a suceder; prefiero estar más cerca de portería contraria que de la propia", analizó José Luis Mendilibar cuando le preguntaron en zona mixta por el camero.

Ramos cumplió con creces y se mantuvo sobre el terreno de juego durante los 90 minutos. Eran siete encuentros consecutivos sin ganar en el torneo doméstico (incluyendo, claro, la pasada campaña) y hasta nueve seguidos sin dejar la portería a cero. Lo consiguieron al fin ante un rival que, pese a ser nuevo en la élite, acostumbra a ofrecer un juego alegre y atrevido. De hecho, Marko Dmitrovic hizo una espectacular intervención con la cara durante el tiempo de descuento.

Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.