No se va a Arabia y resistirá en París. Mbappé lo tiene claro. Su postura puede resultar terca pero no da un paso atrás a pesar de las presiones y las amenazas de su club y de las peticiones de altos cargos políticos como la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, o el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron.La comitiva enviada a Francia por el Fondo Soberano Saudí y el Al Hilal se ha vuelto de vacío a pesar de la mareante oferta que llevaban bajo el brazo: 300 millones para el PSG y 200 por año, ampliables hasta 700, para el astro francés. Sin embargo, el delantero de Bondy ha descartado amablemente la posibilidad de ir a jugar a la misma liga que sus admirados Cristiano Ronaldo y Benzema. 

Según el diario L´Equipe, Fayza Lamari, en nombre de su hijo, ha explicado a los saudíes que no tiene intención de ir a jugar a Arabia ni siquiera por un año. Con esta postura, el PSG sigue teniendo un gran problema. Si Mbappé, que tiene un acuerdo con el Real Madrid para el verano de 2024, según sospecha Al Khelaifi, no quiere marcharse, la opción sería dejarle sin jugar como medida de presión y de castigo en caso de no renovar, algo que parece muy poco probable. 

Esa decisión también tendría un coste muy alto para el futbolista, ya que en junio se disputará la Eurocopa y él es el capitán de Francia. Además, le haría mucha ilusión participar en los Juegos Olímpicos, que se celebrarán en su ciudad. A pesar de todo, Mbappé y su entorno se mantienen en su trinchera y se mueven ni un centímetro de su posición de fuerza.