El central es objeto de deseo de su antiguo equipo, el Real Betis, así como también del Girona, más cerca de casa. Y, como jugador de cierta trayectoria internacional, los tentáculos árabes parece que también han tocado su puerta.
Bartra no quiso marcharse del Betis, donde se sentía muy a gusto y con la confianza del entrenador, Pellegrini, y de un club en el que había un proyecto, como se está confirmando. Pero su ficha era demasiado alta y dificultaba el tope salarial. De ahí que se vio forzado a irse traspasado.
Curioso que el Trabzonspor, que pagó 5 millones de euros por él hace un año, se haya visto obligado a dejarlo marchar por sus problemas financieros a cambio de perdonar parte del salario de los dos años que le quedaban de contrato.
Ahora, con la indemnización recibida, podría adecuar sus emolumentos para entrar en los planes económicos verdiblancos... si bien estaría a la cola tras Bellerín, Marc Roca y Collado, quienes están a la espera de que les aseguren sus inscripciones para formalizar sus llegadas al Villamarín.
Mientras, el Girona también está al acecho de cazar al excanterano azulgrana.