Comenzó mandando Las Palmas a pesar de la presión alta de un Osasuna que quería achicar el campo colocando su defensa casi a la altura de medio campo. Tanto espacio, siempre, es una invitación a las contras y esta vez los canarios no hicieron ascos a correr.
Por ahí apareció un Marvin que cayó en el área cuando él y Sergio Herrera buscaron un balón suelto. Munuera Martínez, tras consultar mil tomas en el monitor, decidió que no había penalti. Y no lo había. Tocó balón antes el lateral, pero se dejó caer luego.
Eso fue, realmente, lo más emocionante que vivimos en una primera mitad insulsa, sin oportunidades, en el que los navarros fueron creciendo y ganando metros poco a poco, pero sin llegar a inquietar a Valles. Normal que todo acabase sin goles.
De volea en volea
Pero fue volver de vestuarios y vivirse minutos de locura. Los comenzó Unai García en el minuto 48 con una volea monumental, estéticamente bella, que salió como un misil hacia la portería. Golazo del central. Pero no dio tiempo a celebrarlo en demasía porque Kirian no quiso ser menos y empató en el 51' con otra volea imposible para Herrera. ¿Pero esto qué es?, se preguntaban en la grada frotándose los ojos. Qué maravilla.
El partido estaba, definitivamente, abierto. Parecía que los pío pío por fin volaban libres. Pero de nuevo Unai, otra vez de volea a la salida de un córner, puso el huy en el estadio. Ahí volvieron las reservas y los miedos de los locales de ir a por la victoria. Y tampoco es que los de Arrasate mostraron mayor ambición de ir a tumba abierta a por el segundo gol.
Los cambios cortaron el ritmo por completo. Como si ambos se conformasen, aunque no era así. Porque Munir buscó portería y la potencia impidió a Araujo llegar a rematar ese balón en el segundo palo para los anfitriones. Y porque Catena, ya en el tiempo añadido, mandó fuera para los visitantes un remate tras falta sacada por Rubén García. No hubo para más.
Jugador Flashscore del partido: Kirian (Las Palmas).