En concreto, además de gritos contra el Sevilla y el Leganés, también se recoge en ese documento enviado a la Comisión Antiviolencia y al Comité de Competición de la RFEF, los insultos racistas recibidos por el argentino Marcos Acuña (32) y por Quique Sánchez Flores (59).
Fue en el minuto 68 cuando el árbitro activó el protocolo antirracista por que algún aficionado local ubicado en la banda contraria a los banquillos se dirigió al futbolista diciendo "Acuña, mono" y "Acuña, vienes del mono".
Sólo un minuto después, el técnico sevillista y ex del Getafe, recibió gritos de "gitano" en la zona de detrás de los banquillos.
En el escrito se acentúan las medidas activadas de prevención de la violencia adoptadas antes y durante el partido por parte del club anfitrión.