El técnico chileno ya dirigió a Isco en el Málaga hace años y es consciente de lo que puede aportar a su equipo si llega en forma, algo en lo que el malagueño ha hecho bastante hincapié durante estos meses según confesión propia. Las conversaciones entre ambas partes han sido rápidas y fructíferas. El Betis quería a Isco y al jugador, que tenía pensado salir al extranjero si no le surgía una buena propuesta de España, le encantaba la idea de jugar en el Benito Villamarín, tras haberlo hecho en el gran rival durante unos meses.
La cuestión era cómo encajar económicamente la operación pero Ángel Haro, el presidente bético, ha puesto todo de su parte para poder satisfacer a su técnico y el jugador ha rebajado sus pretensiones para poder llevar a cabo el fichaje.
El Betis ya intentó fichar a Isco antes de que éste fichase por el Sevilla pero no pudo concretarse la contratación. En esta ocasión, todos han puesto de su parte para que el mediapunta andaluz sea verdiblanco desde ya mismo.