El denominado ADN Barça ha mutado. Ya no es sólo el dibujo táctico, aquel innegociable 4-3-3, en ocasiones un 3-4-3 con el que, en caso de no utilizarlo, podría hacer que se considerase al entrenador poco menos que un hereje. Es también un paso más allá de la posesión para disponer, en ocasiones, de un juego más directo, más de transición.
Esa actualización la ha llevado a cabo Xavi y le ha servido para conquistar LaLiga y la Supercopa. Pero aun así no han faltado las críticas porque, como el propio técnico dijo en sus primeros días como responsable del banquillo, "no se trata sólo de ganar sino de cómo ganas". Y el Barça ya no domina ni avasalla ni da espectáculo como antes. Se ha impuesto el 'unocerismo', el mantener la portería imbatida.
De ahí que, para recuperar la cultura y la esencia del juego azulgrana, siempre tenga que estar presente alguien que sepa qué es y cómo manejarla. Ahí entra Pedri. Por eso el canario es vital en el ideario del de Terrassa. No hay ninguno que interprete el juego asociativo, el toque en corto y entre líneas, el de las paredes en la frontal del área rival, el del último pase a la espalda del contrario, el de llegador y generador como el canario. Ni Gavi ni Fermín, con otras cualidades ambos, tienen esa forma de jugar.
Pedri es la pausa, la tranquilidad con el balón en los pies. Desde ahí es donde el Barcelona puede volver a ser el Barcelona. Ante la Real Sociedad fue su primera toma de contacto después de casi tres meses lesionado. Ahora irá incrementando sus minutos para recuperar lo antes posible su mejor forma física.
Una que le ha castigado en exceso y, por ende, a su equipo. Incluso también a la selección española. Habrá que ver si Luis de la Fuente lo convoca este próximo viernes para las dos próximas citas de la fase de clasificación para el Europeo, cuyo billete ya está conseguido.
Hasta el momento, sin contar el de la Real, Pedri apenas había intervenido en dos partidos, los dos primeros de Liga. Habrá que ver si puede disponer de continuidad y los problemas musculares, recurrentes en él, le dejan tranquilo una buena temporada.
