Pese a que todavía quedan varios meses para que termine el curso, el Panathinaikos ha anunciado el fichaje de Nemanja Maksimovic. El largo contrato, de tres años, es un aspecto importante para entender este movimiento, que tiene como protagonista a un jugador que va camino de la treintena. Así, no hay ninguna duda respecto a su futuro: jugará la próxima temporada, y las dos siguientes salvo venta futura, en la ciudad de Atenas.
El jugador de nacionalidad serbia nació el 26 de enero de 1995 en Banja Koviljača. Sus primeros pasos los dio en la academia del Estrella Roja, todavía siendo un adolescente, y un hito importante no mucho después fue el Europeo Sub-19 que conquistó allá por 2013. Su buen hacer en dicho campeonato, de hecho, llamó el interés del Domžale esloveno, donde militó antes de ser vendido al Astana -a cambio de dos millones de euros-.
En el mejor equipo de Kazajistán, además de hacerse con varios títulos (dos campeonatos ligueros, una Copa y una Supercopa), consiguió una histórica clasificación para la fase de grupos de la Liga de Campeones, un hito sin precedentes en el club. Ese verano fue cuanto menos memorable para Maksimovic, ya que ganó el Mundial Sub-20 con el combinado balcánico e incluso marcó el gol de la victoria en la prórroga de la final contra Brasil.
Sus actuaciones llamaron la atención del Valencia en 2017, aunque no llegó a consolidarse en Mestalla. Aun así, la operación fue más que rentable para los taronjas, que lo traspasaron por 10 kilos al Getafe. Si bien se trata de una cantidad importante, hay que tener en cuenta que ha tenido un puesto fijo en la alineación durante estas seis temporadas (ha acumulado más de 200 encuentros, siete de ellos en la Europa League). Por supuesto, es un habitual en la absoluta de su país.