El perdón del Santiago Bernabéu por lo ocurrido en el Cívitas Metropolitano estaba asegurado tras las victorias en Girona (0-3) y en Nápoles (2-3), encuentros comprometidos para un equipo al que se le han visto las costuras en más de una ocasión. La vuelta a casa traía consigo un duelo con cierta trampa porque Osasuna, como dice su propio lema, nunca se rinde. Empataron tanto en 2021 como en 2022 en la Casa Blanca y ya lo dice el dicho: no hay dos sin tres... o sí.

El Real Madrid se acercó por primera vez al área rival por medio de Joselu Mato, que buscó a un compañero (al que fuese) y lanzó un auténtico melón sin un destino concreto. La defensa de cinco hombres que estableció el sancionado Jagoba Arrasate sirvió de poco allá por el minuto ocho, cuando Luka Modric filtró un pase brillante y Dani Carvajal se la dio en bandeja a Jude Bellingham, que le dio al botón de 'pausa' y definió como sólo pueden -y saben- hacerlo unos cuantos elegidos.

Reaccionó bien el combinado navarro, que fue creciendo con el paso de los minutos y llegó de forma puntual a la portería defendida por Kepa Arrizabalaga. Eso sí, hubo que esperar al final de la primera parte para ver las amenazas más claras: un disparo de Jesús Areso desde la frontal y un remate franco de Ante Budimir, libre de marca, tras un envío poco afortunado del guardameta local. La anticipación de Rubén Peña die pie a una situación que pudo traducirse en el empate.

Una avalancha imparable

Languidecía el Madrid, de más a menos hasta el paso por vestuarios. Vinicius Júnior y Joselu Mato, más erráticos de lo habitual hasta el momento, tuvieron varias oportunidades para ampliar distancias en el marcador; la tarde, sin embargo, tenía un claro protagonista. Y ese era Bellingham, que encontró a Fede Valverde y entre ambos, con una formidable pared, cocinaron el 2-0. El inglés culminó por debajo de las piernas del portero burgalés (54'). Los pamplonicas, muy tocados.

Kepa se lució con una bonita estirada, de esas que agradece el gremio de fotógrafos y tienen algunos aplausos por respuesta, y quedó en un plano absolutamente residual a partir del 3-0, de nuevo con el 'Pajarito' como pieza clave al meter un pase filtrado a Vinicius que, ahora sí, aprovechó como acostumbra al esquivar a Herrera, convertido en una especie de cono. Eduardo Camavinga, un todoterreno sobre el verde, fue determinante al robar el esférico.

La fiesta era ya casi plena, aunque dicen que a nadie le amarga un dulce, sobre todo cuando uno es delantero. Y Joselu pudo meterse dos merengues en la boca. El meta, en cambio, le quitó el segundo, que estaba exactamente a once metros. Anotó el 4-0 tras una acción brillante del ex del Flamengo, con timing perfecto, y luego, de penalti (tras mano de David García), se encontró con Sergio en el centro. Fue la situación más evidente para dar forma a una manita que tendrá que esperar.

Jugador Flashscore del partido: Jude Bellingham.

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