No es fácil jugar en el Benito Villamarín con la afición entregada, el equipo motivado e Isco con el duende recuperado. Desde el comienzo del partido se vio que el campo iba a inclinarse hacia el campo del Atlético. Un Betis ambicioso salió decidido a dominar al Atlético con Isco cogiendo las riendas del caballo y Ayoze con la fusta para ir al galope.
La primera mitad fue casi un monólogo verdiblanco. Al comenzar ya tuvo la primera ocasión Abner, el lateral izquierdo brasileño, con un disparo cruzado que salió fuera rozando el palo. Ayoze, un permanente torbellino, también tendría otra muy clara desde la frontal. El “Cholo” no encontraba respuesta para reaccionar.
Ruibal con un cabezazo alto e Isco con un disparo desviado tampoco lograrían el gol, pero el Betis llevaba toda la iniciativa. El Atleti se defendía como podía y buscaba el contragolpe con timidez. Griezmann, mejor jugador de LaLiga la pasada temporada, seguía desaparecido, como en la primera jornada.
Simeone sacó del campo a Marcos Llorente en el descanso y le dio la oportunidad al joven Pablo Barrios. Poco cambió pese a la voluntad del canterano. El Betis manejaba el balón, moviéndolo con rapidez y fluidez
mientras el Atlético esperaba agazapado una posible ocasión tras robo y carrera.
Pellegrini quitó a Isco, a Borja Iglesias y por último a Ayoze, sus hombres más peligrosos, pero los que salieron no bajaron el ritmo, especialmente Juan Cruz y Rodri Sánchez, dos jugadores habilidosos y creativos. El Atleti parecía un equipo menor frente al abrumador dominio verdiblanco.
El Betis le puso pasión y derrochó esfuerzo hasta el final pero la suerte suprema del fútbol se le resistió. El empate supo a derrota al equipo local y a mal menor a los visitantes.
Jugador Flashscore: Isco