El Girona visitaba la Tacita de Plata sin nueve de sus futbolistas (el ucraniano Viktor Tsygankov entre ellos) y con Cristian Portu, recuperado de la fuerte entrada de Nacho Fernández en el partido disputado en Montilivi. Estaban a tres metros sobre el cielo, como Hache y Babi en 2010, y bajaron a la tierra de sopetón por culpa del Real Madrid. Perder contra el 14 veces campeón de la Champions no es ninguna sorpresa y el Nuevo Mirandilla, donde el objetivo era evitar la segunda derrota consecutiva, se presentaba como un buen escenario para retomar el vuelo. 

Rubén Alcaraz, baja para la siguiente jornada, fue amonestado al minuto de juego por una entrada a Yan Couto, entre los más destacados de su equipo y opción más recurrente en el ataque. La siguiente amarilla, en torno a 120 segundos después, se la llevó Aleix García. Prometía la cosa, pero nadie podía esperar una roja directa antes del cuarto de hora. Darwin Machís agregó más violencia de la cuenta en una jugada con su compatriota Yangel Herrera y puso rumbo al vestuario.

Antes de dicha acción, Chris Ramos presionó a Paulo Gazzaniga, que tiene nervios de acero y alma de extremo, y activó a un público que tintó de amarillo las gradas. El conjunto anfitrión reaccionó bien a ese importante contratiempo y hasta tuvo algún acercamiento, generalmente con la colaboración del propio guardameta argentino, para incomodar al cuadro visitante, que reclamó un penalti sobre Artem Dovbyk antes de que se anunciase un descuento con dobles dígitos (10').

Sobre el alambre

Para desgracia del plantel comandado por Míchel Sánchez, galardonado como entrenador del mes de septiembre, la superioridad no empezó a notarse hasta después del descanso. Jeremías Ledesma manchó los guantes a partir del 50', por una mano a ras de césped para evitar el gol de Sávio Moreira. Paró esa, no la siguiente: Couto se sumó a zona ofensiva por enésima vez y encontró libre de marca a Aleix, quien de primeras y desde la frontal superó al meta local, sin apenas visibilidad.

Restaba un tercio del encuentro y los andaluces, además de evitar un segundo tanto con aroma a definitivo, tenían que dar un paso adelante ante un rival que disfruta cuando puede correr. Ocurrió más bien lo contrario, y es que los catalanes empezaron a vivir en la otra mitad del campo, principalmente cuando empezó a participar Pablo Torre, muy insistente de cara al arco rival -aún no se ha estrenado en LaLiga EA Sports-.

Se sucedieron los ademanes de firmar el 0-2 y las amenazas locales, con Iván Alejo como hombre más activo, ante una afición que no ve ganar a los suyos desde el 1 de septiembre, cuando se impusieron a un Villarreal que todavía estaba dirigido por Quique Setién. Ya son cinco jornadas consecutivas sin vencer, aunque de momento se ubican en la duodécima posición y eso hace que el estado de alarma no exista. No caían en casa, eso sí, desde el 25 de abril -ante Osasuna-.

Jugador Flashscore del partido: Aleix García.

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