Otra cosa es lo que piense el futbolista. Ya demostró Dembélé cuando dejó extinguir su contrato con el Barça y todo el mundo daba por hecho que había firmado por el París Saint-Germain, que la tranquilidad es una de sus cualidades y que los tiempos los marca él. 

Después de convertirse en agente libre terminó firmando el pasado verano de nuevo con el Barça un contrato de dos años con unas cantidades inferiores a las que tuvo cuando llegó del Dortmund. Se aseguró jugar donde quería realmente, pero sin atarse muchos años para así ser dueño de su destino y futuro, y lograr luego un salario más alto. 

Su rendimiento, a pesar de una nueva lesión muscular y su correspondiente ausencia de varias semanas tras el Mundial de Catar, fue de las mejores noticias para el Barça. De ahí la intención de conseguir su renovación. Pero nuevamente se han topado con la paciencia del extremo francés. Y es un riesgo. 

El PSG, viendo que necesitan más mordiente ofensiva de la que tienen, y con el visto bueno de Luis Enrique, ha lanzado sus redes. Era el elegido, como informamos en Flashscore este viernes, para suplir a Mbappé, pero en las últimas horas incluso han pensado que no hay que esperar sino atarlo ya. Que lo atrapen se sabrá en poco tiempo.

Pero hasta que llegue agosto, en el Barça mantienen una calma tensa recordando lo que sucedió en su día con Neymar. Incluso el nuevo capitán del equipo, Sergi Roberto, ha hablado sobre la situación de Dembélé. 

Mientras, Deco y Alemany ya han reactivado su intención de renovarlo lo antes posible para evitar sustos de última hora. 

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