A pesar de haber cambiado medio equipo, o quizás por la frescura de esas rotaciones, salió mejor el Betis, con un Assane Diao -gran sorpresa en el once- que quería celebrar sus 18 años demostrando sus múltiples cualidades. Especialmente, un físico privilegiado que le hace imparable a campo abierto.
Con Isco de maestro de ceremonias, aunque sin el apoyo de Abde o Ayoze, los verdiblancos tenían encerrado al Granada, incapaz de salir de su propio campo, si bien las ocasiones escaseaban en el área de André.
Ese guion duró un cuarto de hora. En cuanto Ignasi Miquel cabeceó un balón que Claudio Bravo detuvo bien colocado, el partido cambió radicalmente. Los locales se transformaron, pasaron de corderitos asustados a lobos hambrientos. Y el que más, Lucas Boyé. El argentino protagonizó la mejor acción de la primera mitad con un control orientado que dejó sentado a Chadi y le permitió encarar a Bravo. Merecía el gol, pero el palo lo evitó.
Fueron apenas cinco minutos, pero qué asedio. Bravo se ganó el sueldo del mes con otras dos paradas antológicas, una ante Uzuni, que luego se lesionaría, y otra a disparo lejano de Puertas que desvió a córner. Increible que saliera indemne el cuadro de Pellegrini, que supo rehacerse aunque sin generar oportunidades claras antes del descanso.
¡Pero qué golazo!
Lo que suele diferenciar a los que luchan por salvar la categoría de los que aspiran a Europa radica, principalmente, en la efectividad. El Granada había llegado más y mejor. El Betis fue el que abrió la cuenta. Un error de Torrente en la salida de balón tocó en Ayoze y llegó a Assane Diao, que lo convirtió en el 0-1. Qué golazo, qué carta de presentación del hispanosenegalés, qué zurdazo se sacó desde la frontal para superar a André Ferreira. Ni la vio el portugués.
Ese gol les espoleó aún más y rozaron el segundo de inmediato. Esta vez André sí pudo frenar un remate poderoso de Isco. Y a continuación, Chadi anotó, pero el gol fue anulado por fuera de juego de Ayoze, quien hizo intención de ir a por la pelota. Eran los mejores minutos del Betis. Pero...
Con B de Bryan y Boyé
Si Assane es el jugador revelación del Betis, en el Granada ese responde al nombre de Bryan Zaragoza. Una pesadilla es el malagueño para cualquier rival. Que le pregunten a Abner, al que volvió loco. Un centro suyo, perfecto en los tiempos, lo mandó a la red Lucas Boyé para poner el 1-1.
El derbi andaluz iba por momentos, ahora te toca a ti, ahora me toca a mí. Cualquiera podía ganar en ese correcalles. Aunque el que lo mereció más fue el cuadro nazarí con un Bryan desatado, encarador, atrevido. Merece la pena pagar la entrada para disfrutar de su verticalidad y descaro. Pero igual que regaló el empate a Boyé, Callejón fue incapaz de convertir en gol un pase de lujo.
Al final, entre alternancias ofensivas y oportunidades desaprovechadas, Granada y Betis firmaron las tablas en el Nuevo Los Cármenes.
Jugador Flashscore del partido: Bryan Zaragoza (Granada).
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