El portero sevillista Bono, muy cerca de irse al Al Hilal a pocas horas de jugarse la Supercopa de Europa.

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Bono, muy cerca del Al Hilal a pocas horas de disputarse la Supercopa de Europa

Bono, en su debut liguero en el Sánchez Pizjuán ante el Valencia.
Bono, en su debut liguero en el Sánchez Pizjuán ante el Valencia.AFP
Está siendo una semana intensa para Yassine Bounou (32). Superado el interés del Bayern Munich, apareció el del Real Madrid tras la lesión de Courtois. En el club blanco era opción preferencial pero los 20 millones que pedía el Sevilla y el mes de ausencia en enero por la disputa de la Copa África enfrió la operación. Ahora, a punto de disputar la Supercopa en Atenas frente al Manchester City, el Al Hilal está a punto de cerrar su traspaso. 

José Luis Mendilibar no sólo va a tener que estar pendiente de la pizarra antes del duelo con el City sino también del teléfono. En cualquier momento puede llegar un mensaje o una llamada de Víctor Orta, el director deportivo sevillista, diciéndole que está hecho el traspaso al Al Hilal y que debe jugar Dimitrovic ante los ingleses. El Al-Hilal, tras fichar a Neymar, sigue ofreciendo dinero de su pozo sin fondo y se ha lanzado definitivamente a por Bono. La oferta del multimillonario club saudí (aunque el dinero proviene del Fondo Soberano) llega a los 20 millones que solicita el Sevilla, con lo cual todo parece indicar que el trasvase está a punto de producirse. 

Después de Rúben Neves, Milinkovic Savic, Koulibaly, Malcolm y Neymar, Bono puede rematar un equipo de ensueño que será el principal favorito para conquistar el titulo en la Saudi Pro League. 

Por su parte, el director deportivo sevillista ya se está moviendo para reforzar las posiciones que necesita la plantilla. Soumaré, del Leicester, es una prioridad para el mediocentro, mientras que también se busca un extremo izquierdo. También tiene como prioridad intentar mantener a Acuña, que ha recibido una interesante propuesta del Aston Villa. Y ahora es muy probable que tenga que buscar también un guardameta. A Mendilibar no le gusta en absoluto estos movimientos una vez iniciada la competición, y menos antes de una gran final, pero es lo que hay y con ello le toca convivir.