El entrenador italiano, junto a su hijo Davide y Luis Llopis, preparador de porteros, llevan todo el día, tras superar el impacto emocional de la lesión de Courtois, elaborando una lista de prioridades para que la dirección deportiva se ponga a trabajar. De hecho, según diversas fuentes, ya se ha abierto una vía de contacto entre el Madrid y el Sevilla para preguntar por la situación de Yassine Bounou, Bono, nacido en Montreal hace 32 años, aunque de nacionalidad marroquí. 

Aunque también se manejan los nombres de De Gea, Keylor Navas, Kepa o Mamardashvili, Bono es el que más gusta por su carácter y su gran experiencia en partidos de máxima exigencia, tanto a nivel de clubs como de selecciones. De hecho, fue el gran artífice de la eliminación de España en el Mundial de Qatar, en la tanda de penaltis, parando dos de los tres lanzados (a Soler y a Busquets, el otro lo envió Sarabia al palo).

También en Budapest fue decisivo en la final de la Europa League ante la Roma, parando dos lanzamientos desde los once metros a Mancini y a Ibañez. 

Además, es un portero alto, como Courtois. Mide 1,95m. El Sevilla estaba negociando con algunos clubs su posible venta y solicitaba 20 millones de euros por el traspaso, aunque su cláusula de salida es de 50. El Madrid intentará rebajar esa cantidad. 

Uno de los problemas de intentar fichar a Bono es la disputa de la Copa África del 13 de enero al 12 de febrero de 2024. Marruecos está clasificada, con lo cual Bono estaría ausente más de un mes si su selección llega a la final.