Y es que, pese a que esta es su primera temporada en España, ya sabe lo que es marcar ante el Barcelona de visitante y de local. Tanto en Montjuïc como en el Bernabéu ha sido determinante en dos victorias decisivas para que el Madrid roce con las yemas de los dedos su liga número 36. El 4-0 ante el Girona también supuso un golpe encima de la mesa en la pelea por el liderato.
Si en la Montaña Mágica hizo un doblete que encarrilaba el liderato blanco, en Chamartín puso el lazo al partido, después de una gran asistencia de Lucas Vázquez. El gallego volvió a confirmar su gran estado de forma, tras tener una actuación más que notable frente al City.
Precisamente ante los ingleses, Bellingham (20) sorprendió a Europa entero con un control sensacional, que fue el origen del gol de Rodrygo. Su ascendencia en el juego va aumentando, después de seis partidos sin ver puerta de blanco. Se perdió por lesión los partidos ante Leipzig (ida), Sevilla y Rayo y ante Celta y Osasuna por sanción. Pero, aunque no marcó, ejerció de asistente en la vuelta ante el Leipzig y frente al Athletic.
El Pichichi, en el horizonte
Pese a haber sido el máximo goleador del campeonato durante buena parte del mismo, ahora mismo va segundo en la clasificación del Trofeo Pichichi, con 17 dianas. Está a tan sólo una de Artem Dovbyk. El ucraniano del Girona le ha adelantado en las últimas jornadas y comanda la tabla con 18.
En los partidos venideros, el Madrid aspira a cerrar matemáticamente el título y podrían ser buenas oportunidades, para que Bellingham recupere el primer puesto. Aunque, como es lógico, una vez que se consiga, los cinco sentidos estarán puestos en la Champions League. A nadie se le escapa que la eliminatoria contra el Bayern marcará el devenir de la temporada.