Existen ladrillos que pueden ser más fáciles de digerir que algún partido de fútbol de LaLiga. Es la realidad. Hay entrenadores que basan su libreto en el orden, la disciplina y, si sobra algún momento, en echar a correr, pero sin excesos. Otros se fijan en la posesión por decreto, incluso aunque el movimiento de sus piezas sea más lento y previsible que el de un caracol. Getafe y Las Palmas, cada uno en su estilo, aburrieron a propios y a extraños en la primera parte de su enfrentamiento. Y en parte de la segunda. Lo contrario al espectáculo del deporte.

Sólo dos momentos se pueden rescatar de esos primeros 45 minutos. La no expulsión de Óscar después de que el árbitro, previa llamada del VAR, anulara la roja que le había enseñado por una entrada a la rodilla de Araujo, y el tanto de este último en la recta final, minuto 42. 

El lateral derecho, cedido por el Barcelona, buscó con ahínco un balón centrado por Kirian al que no acudió nadie del Getafe en su único lunar defensivo hasta ese instante. El mexicano, sin oposición, cabeceó pillando a contrapié a Soria para marcar el 1-0. 

Salvo un par de disparos de Greenwood, que se preguntará qué hace jugando en un equipo que renuncia al balón, y un claro fuera de juego de Sandro que acabó en la red, lo mejor que pudo pasar fue que se marcharan al descanso.

Expulsión definitiva

El inicio en la segunda fue más movido. Tampoco podía ser menos, la verdad. Bordalás metió a Latasa para que Mayoral y Greenwood tuviesen compañía en ataque, pero Alderete lo estropeó todo con un pisotón que el VAR, al contrario que con Óscar, convirtió de amarilla a roja.

Con uno menos, Las Palmas buscó con ahínco los espacios a la espalda de la zaga azulona para un Sandro que ha perdido su toque con el gol, pero no el de balón. Un córner sacado por él lo cabeceó Coco con fuerza, pero apareció un colosal Soria para negarle la diana. 

Desde ahí una lluvia, pero no de ocasiones ni de goles, sino de agua. Una manta que no ayudó a la alegría ofensiva. Los canarios no quisieron arriesgar y los getafenses, si con 11 no querían, con 10 no podían, aunque el ajustado marcador les daba esperanzas.

Unas que desaparecieron en el 90+1 cuando Marvin regaló el 2-0 a Christian Herrera. Anteriormente, Moleiro había visto cómo le anulaban un gol por fuera de juego de Araujo, su asistente, en el inicio de la acción. 

Victoria de los insulares más que merecida.

Jugador Flashscore del partido: Araujo (Las Palmas).

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