Fue una de esas noches en las que, sin venir a cuento, llega un apagón, pero de tan solo unos minutos. Enseguida vuelve la luz, y con ella la normalidad. Algo así ocurrió en esta segunda semifinal del campeonato de Europa. España comenzó bien, dominando como se esperaba, con posesiones largas y mucha movilidad arriba para intentar descolocar la nutrida defensa ucraniana. Fue a balón parado cuando Sancet tuvo la primera gran ocasión, salvada por el meta Trubin.
Pero cuando todo parecía controlado, Mudryk se acercó al área, rompió a Víctor Gómez con una pasmosa facilidad y dio el pase de la muerte a Bondarenko, que no perdonó. Primer ataque rival, primer gol en contra.
Sin embargo, esta selección tiene un espíritu de superación enorme. Y Ucrania, una defensa de risa, todo hay que decirlo. Brazhko falló en un despeje y dejó el balón franco a Abel Ruiz, que regateó al portero y disparó con la zurda para empatar. El inicio de la acción, por cierto, de Víctor Gómez, al que todos fueron a animar.
No tardaron mucho los de Santi Denia en confirmar la remontada. Una jugada iniciada por Miranda en la izquierda, prolongada por Abel -siempre en todas- y que llegó con un rebote a Sancet. El del Athletic no se lo pensó y soltó un derechazo desde el balcón del área que rozó en Batagov y terminó en las mallas. Era el minuto 24.
Arnau Tenas, providencial
Fue un mazazo para los ucranianos, que sólo despertaron al filo del descanso, nuevamente desde la banda de Mudryk. El del Chelsea encontró a Sikan y su volea, a Arnau Tenas, que cerró los huecos a Bondarenko en el rechace. Con paradas así el Barça se tiene que tirar de los pelos por no haber ejecutado su renovación.
Entró con mayor agresividad el combinado del este en la segunda mitad. Pero sus cimientos defensivos son tan débiles que un león como Antonio Blanco no iba a perdonarlo. Después de que tocaran y tocaran y volvieran a tocar los delanteros españoles en el área rival, cuando la jugada parecía morir y el despeje del balón era inminente, apareció el medio centro para hacerse con la bola y rematar a puerta. Gol. El tercero.
La sentencia definitiva, desde lejos
Por si no fuera suficiente, en el 67' apareció Aimar Oroz, recién ingresado en el campo, para firmar el cuarto, el de la sentencia definitiva. Disparó desde el borde del área, de rosca, sin oposición, haciendo imposible la estirada de Trubin.
No iba a ser el último. El festival lo completó Sergio Gómez con otro disparo desde la frontal. Preciso y precioso el remate del extremo zurdo del Manchester City, que se convirtió en el 5-1. Golazo.
Aún pudo marcar un sexto tanto España, pero el poste se lo impidió a Miranda y a Barrenetxea. Tampoco hacía falta semejante castigo a los ucranianos. La gran final, contra Inglaterra el sábado a las 18 horas.
Jugador Flashscore del partido: Abel Ruiz (España).
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