La Roma aprovechó el factor campo y se llevó una importante victoria del estadio Olímpico en la ida de las semifinales de la Europa League contra el Bayer Leverkusen. Un 1-0 que vale una pequeña ventaja, pero que dentro de una semana podría ser decisivo de cara a la clasificación.
Sin Paulo Dybala y Wijnaldum entre los titulares, ambos lesionados, José Mourinho confió en el habitual Tammy Abraham con Belotti al lado. Una solución, de nuevo, que no presentaba a dos delanteros en óptimas condiciones, dado que el exariete del Palermo y del Torino se ve obligado a entrenarse con un corsé tras una fractura costal sufrida recientemente.
Así pues, el conejo de la chistera lo sacó un jugador insospechado que hasta ahora nunca había jugado como titular en la Europa League, acumulando sólo unos minutos: Edoardo Bove, de 20 años.
Fue gracias al joven centrocampista giallorossi que llegó el gol en el minuto 63: primero, preparó y sirvió un precioso balón para Abraham; y luego, en el rechace de Lukas Hradecky al remate del delantero inglés, lanzó un remate cruzado imparable.
Todo ello tras una primera parte equilibrada, con una acción por cada bando: los locales temblaron a los seis minutos de juego, cuando un disparo de Florian Wirtz se estrelló en el poste, y luego tuvieron que ahogar el grito liberador cuando, en el minuto 19, Hradecky, con una gran intervención, detuvo un cabezazo de Roger Ibáñez a la izquierda.
La Roma aguantó bien tras el gol, manteniendo la ventaja con facilidad. La única mancha llegó hacia el final del partido, cuando una salida imprecisa de Rui Patricio amenazó con ponerlo todo en peligro.
Era el minuto 87, en un centro desde la línea de tres cuartos hacia el área giallorossa, Rui Patricio, saliendo del área, no retuvo el balón, lo que permitió a Jeremie Frimpong chutar a puerta vacía: el 'penalti' en movimiento del jugador del Leverkusen fue interceptado en la línea por Bryan Cristante, que salvó el resultado.
Una intervención precisa que permite al equipo de Mourinho presentarse dentro de siete días en Alemania con una pequeña ventaja que, mentalmente, teniendo en cuenta las dotes de motivador del técnico portugués, podría convertirse en una gran ventaja para los giallorossi.