Muy alabado por su postura en los últimos años respecto a Rusia y la guerra de Ucrania, el técnico rumano Mircea Lucescu sacó los pies del tiesto tras el varapalo de perder contra el Besiktas, en casa, a última hora.

El entrenador del Dinamo de Kiev compareció claramente molesto y cabizbajo ante los medios de comunicación. En un momento de la rueda de prensa, sin ningún tipo de filtro, se desmarcó para realizar unas declaraciones poco éticas que pueden ser consideradas como racistas.

"No hemos jugado contra el Besiktas, jugamos contra la selección nacional africana. Gambianos, congoleños, ghaneses, angoleños. Nosotros sólo teníamos 11 jugadores entrenados en el club", dijo un Lucescu completamente desacertado.

Ahora solo queda ver si la UEFA pone en marcha sus protocolos antirracistas para estudiar una posible sanción al preparador rumano. Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar y han derivado en una cancelación masiva del veterano entrenador, el más laureado de la historia del fútbol con 35 títulos, sólo por detrás de Pep Guardiola (36) y Sir Alex Ferguson (49).