Ahorrando esfuerzos, como si se sintiera tan superior que no necesitara forzar la máquina. Así jugó el Betis ante el Dinamo, un equipo que cayó a esta competición tras perder en las previas de la Champions y de la Europa Liga. Y claro, con esa indolencia, no se va a ninguna parte ni en el patio de un recreo.
Normal que los fieles que acudieron al Villamarín silbaran a los suyos después de media hora de imprecisiones, de errores en los controles y de falta de ocasiones de gol. Apenas un disparo de Fekir que desvió a córner Nevistic. Una mariposa tenía más peligro que los delanteros verdiblancos.
Ni con esos pitos de sus seguidores ni tampoco con el rostro serio de Pellegrini en el banquillo, se vio otra actitud. Fekir pedía a sus compañeros más velocidad de circulación para romper la zaga croata, pero ni por esas. Incluso se animaron los visitantes a hacer trabajar a Rui Silva. Más murmullos cuando llegó el descanso.
El que juega con fuego... se termina quemando
A pesar del discreto nivel, el Betis salió con el mismo once y, claro, sin verticalidad alguna. Sólo a balón parado, con un cabezazo de Chadi Riad, generó algo de peligro. Llegaron refuerzos desde el banquillo -Assane Diao, Bellerín y Marc Roca- porque el Dinamo se sentía cada vez más cómodo y hasta se volvió a asomar a los dominios de Rui Silva.
En una de esas aproximaciones, en un balón que no iba a ninguna parte, apareció la mano de Riad en posición antinatural y, tras llamada del VAR, el árbitro decretó un penalti que Petkovic convirtió en el 0-1. Castigo más que merecido.
Quiso reaccionar, ahora sí, el cuadro de las 13 barras. Pero se encontró con Nevestic en un testarazo de Riad. Y con la madera en un golpe franco de Willian José. No era el día, estaba claro. Así que habrá que esperar a la vuelta en Zagreb, el próximo jueves 22 de febrero, para buscar una remontada que le permita seguir vivo en la Conference League.
Jugador Flashscore del partido: Petkovic (Dinamo de Zagreb).