Futuro indiscutible del club español, el dúo Tchouaméni-Camavinga regresa al Instituto Nacional de Fútbol de Clairefontaine unas semanas después del parón internacional de junio, marcado por las victorias ante Gibraltar (0-3) y Grecia (1-0). Para esta vuelta al cole 2023-2024, los dos madridistas quieren empezar esta nueva temporada con la camiseta azul de la mejor manera posible: como titulares en esta 5ᵉ jornada de la fase de clasificación para la Eurocopa, para tener continuidad con lo hecho dos meses antes.
En su punto de mira, un único objetivo.La Eurocopa de 2024 en Alemania, donde el que se formó en el Girondins de Burdeos y el otro en el Stade Rennais ansían ser titulares. Para lograrlo, los dos chicos no deben defraudar al seleccionador francés en futuros torneos, además de vencer a la competencia en Madrid a lo largo de la temporada.
Son el futuro
Tras el Mundial, Tchouaméni sufrió un contratiempo con su club, que le obligó a sentarse en el banquillo durante toda la segunda mitad de la temporada 2022-2023. Camavinga, por su parte, aprovechó el bajón temporal de actividad de su compañero para hacerse un hueco en el centro del campo del Real Madrid, en el puesto número 6 junto a Toni Kroos y Luka Modric.
Sin embargo, antes de eso, el oriundo de Miconje había tenido una serie de apariciones con Les Bleus que no cayeron bien a Didier Deschamps. En septiembre de 2022, en la Nations League contra Dinamarca, el jugador fue titular en el centro del campo, pero decepcionó al campeón del mundo del 98. Deschamps decidió retirarlo en el descanso, dándole un toque de atención: "'Cama' no estaba en su mejor momento. Eso le servirá en el futuro".
La advertencia cayó bien en el vestuario del Real Madrid, que durante varios meses le apodó "Bixente Lizarazu", dadas sus excelentes actuaciones por la izquierda. Tras el Mundial, Camavinga se hizo con un puesto en la alineación titular de Deschamps en su posición preferida, el centro del campo, y así ha seguido hasta hoy (tres titularidades).
Afortunadamente, el fútbol no se detiene. Al igual que en el mercato, donde un jugador puede decir "sí" el lunes y "no" el martes, las cosas evolucionan sobre el terreno de juego. Los hombres de Carlo Ancelotti han empezado con buen pie la temporada 2023-2024.
Llegado en el verano de 2022 procedente delAS Mónaco por 80 millones de euros, el que se consideraba el sustituto ideal a largo plazo de Casemiro se ha instalado en el centro del nuevo esquema romboidal 4-4-2 del técnico italiano. Su papel es sencillo: garantizar el equilibrio del equipo defensiva y ofensivamente, siendo, respectivamente, el ancla y la punta de lanza de su equipo.
Bellingham juega con libertad y tiende a ser un punto de apoyo en la delantera. Fede Valverde, por su parte, no duda en desmarcarse y proyectarse por la banda derecha, como es su costumbre. En ciertas fases del partido, el francés se apoya en su compatriota para formar un doble pivote concreto si el balón se pierde en el último tercio del campo rival.
Camavinga, que contribuye enormemente en la delantera gracias a sus innegables cualidades intrínsecas, también desempeña un papel importante en el equilibrio del sistema deAncelotti. Este sistema está aún en pañales, como demuestran los cambios en el descanso contra el Getafe -el francés dio paso a Toni Kroos, que resultó ser una sustitución tácticamente gratificante-, pero augura un futuro prometedor. En este aspecto defensivo, el ex jugador del Stade Rennais ha progresado mucho desde su llegada en 2021, mostrando mucha más compostura a la hora de recuperar y rastrillar.
Todo son buenas noticias, pues, para Didier Deschamps. Se espera que ambos jugadores formen parte del once inicial de Les Bleus contra Irlanda el jueves por la noche. Continuidad para ellos y prueba de que han sumado puntos en la mente del seleccionador, a pocos meses de la Eurocopa. Pero sus actuaciones deben continuar si quieren ser piezas clave del centro del campo deFrancia el próximo mes de junio, y eso empieza con el partido de esta noche en el Parque de los Príncipes.