La humillante derrota (1-4) contra Japón en partido amistoso el sábado, la cuarta en cinco partidos, supuso el punto de no retorno para Alemania, cuya federación destituyó al técnico bávaro antes del partido amistoso del martes ante la subcampeona del mundo, Francia.

Una decisión inusual en Alemania, pero poco sorprendente, habida cuenta de que Flick no contaba con el apoyo de los aficionados, mientras en la prensa arreciaban las críticas contra el técnico.

"¡Hansi fuera!", se podía escuchar en el estadio después del cuarto gol japonés, mientras que Lothar Matthäus, voz autorizada del fútbol germano, dudaba de que se pudiera mantener al entrenador de 58 años.

El paso fallido en la selección para Flick, exadjunto, fiel y discreto, de Löw, quedó simbolizado por la eliminación en primera ronda de la Copa del Mundo de Catar el pasado mes de diciembre, por segunda vez consecutiva.

Héroe en el Bayern

A su llegada en el verano europeo de 2021, fue reconocido por su buena relación con los jugadores, manteniendo con ellos un diálogo constante y edificante, método que se esforzó por mantener en todo momento como entrenador, después de una corta carrera como jugador. Llegó a vestir la elástica del Bayern, con el que fue semifinalista de la Copa de Europa en 1990.

"Otorga mucha importancia a la comunicación (con los jugadores) dentro y fuera del terreno de juego", decía el capitán de la selección alemana, Manuel Neuer, en una autobiografía del seleccionador, 'Im Moment' ('Por el momento'), aparecida en septiembre de 2022.

Neuer conoce a Flick desde hace más de una década. Se reencontraría con él en el Bayern, como asistente de Niko Kovac, al inicio de una temporada 2019-2020, que transformaría su carrera.

Diálogo

En el otoño europeo de 2019, con el Bayern en horas bajas en la Bundesliga tras un duro revés en Fráncfort (5-1), este técnico que se dice admirador de Arrigo Sacchi o de Arsène Wenger, fue llamado al rescate, nombrado en el puesto de Kovac.

No dudó en dialogar, en hacer partícipes a todos los jugadores de su proyecto, más que imponer su forma de ver el fútbol.

Y el método funcionó: después de unos inicios poco alentadores (dos derrotas en los seis primeros partidos), encadenó los éxitos y convenció a los dirigentes para que siguieran confiando en él a pesar que fue nombrado con carácter interino.

Continuó hasta las fiestas navideñas, después hasta final de temporada, firmando en abril hasta junio de 2023.

Llegaron entonces, después del confinamiento en el segundo trimestre del año 2020, sus meses de mayor gloria; campeón de la Bundesliga a finales de junio, ganador de la Copa a comienzos de julio, ganador de la Liga de Campeones a finales de agosto. Reeditó el triplete histórico del Bayern en 2013 con Jupp Heynckes.

Y a ello añadió los otros tres títulos posibles, la Supercopa de Alemania, la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes, para un sextete inédito.

Dialogante y tranquilo, se supo también mostrar intransigente, como en la primavera de 2021, cuando anunció su intención de romper su contrato, tras meses de desencuentros con el director deportivo del Bayern, Hasan Salihamidzic, aunque nunca dijo públicamente que esa fuera la razón de su marcha.

Nombrado unas semanas más tarde como sucesor de Joachim Löw (2006-2021) al frente de la Mannschaft, Flick aplicó el mismo método con los jugadores, cuya mayoría conocía bien tras haberlos dirigido en el Bayern.

Pero los resultados no fueron los mismos. Derrotados por Bélgica (3-2), Polonia (1-0), Colombia (2-0) y ahora Japón, los alemanes sólo ganaron a Perú desde la traumática eliminación en el Mundial.

El mismo sábado, Hansi Flick se veía con fuerzas para sacar la situación adelante de cara a la Eurocopa-2024. Pero, a la vista de los acontecimientos, la Federación Alemana no compartió esa opinión.