Un terreno de juego muy húmedo y resbaladizo, en el que ni unos ni otros encontraban su sitio, caracterizó el intenso partido entre Georgia y Grecia. La eliminatoria, que se decidió tras los 120 minutos reglamentarios, tuvo su resolución a través de lo que para muchos es una lotería, la de los penaltis.
Y en esta tanda disputada en Tflis tras unos minutos finales frenéticos, no pudo estar presente la estrella local Kvaratskhelia, que tuvo que abandonar el terreno de juego diez minutos antes por problemas físicos tras estar corriendo todo el paritdo. La tanda de penaltis llegó después de que todo hubiera sucedido en los últimos 20 minutos. En el minuto 102, un cabezazo de Mavropanos se estrelló en el larguero, y el defensa del Wewst Ham intentó hacerse el héroe, pero fue en vano. Y fue de un despeje erróneo del central de los Hammers de donde surgió la mejor ocasión de Georgia, con una milagrosa intervención de Vlachodimos sobre Davitashvili, que había chutado fuera pero no llegó a levantar el balón.
En la segunda parte de la prórroga, los dos rivales se turnaron en las transiciones, con poco orden y muchas ocasiones. Y para Georgia, en el minuto 109, llegó la losa más seria, la de la lesión de Kvaratskhelia, agotado después de haber corrido tanto durante todo el partido. El partenopeo sufrió molestias en el muslo tras un sprint, tras lo cual se retiró prácticamente de inmediato, aunque no tuvo problemas para caminar.
Desde el punto de penalti, tras la primera gran parada de Mamardashvili, los locales vieron cómo fallaba torpemente Mikautadze, quien, tras rematar ante Vlachodimos, se escoró demasiado. Al cuarto intento, sin embargo, con 3-2 para los georgianos, llegó el error fatal de Giakoumakis, que también disparó desviado junto al poste. Fue entonces el turno de Kvekveskiri de convertirse en el héroe nacional, anotando el histórico penal de la victoria para un pueblo orgulloso que, por primera vez, jugará la fase final de la Eurocopa.
