En marzo de 2022, muy cerca de su casa, David Raya se estrenó defendiendo la portería de la selección, imposible olvidar aquella frenética noche en Barcelona. España ganó a Albania en un amistoso repleto de energía, con la grada del estadio del RCD Espanyol a rebosar, y la afición saludó a David Raya con todos los honores.
Raya es un portero hecho a sí mismo, un trabajador insaciable que escogió su demarcación por lo que tenía en casa. "Cuando tenía 4 o 5 años, empecé de portero. Mi hermano mediano era extremo y me tocó ponerme de portero en casa y me gustó. Mis padres me apuntaron al equipo del pueblo y de ahí tengo mis primeras memorias de jugar en el jardín de casa y después en el equipo del pueblo", explica con nostalgia.
A sus 28 años, Raya se ha hecho fuerte en Inglaterra, portero ahora del Arsenal después de muchas temporadas en el Blackburn, en el Southport y en el Brentford, con quien debutó en la Premier.
Un luchador hecho a sí mismo
Ahí está considerado como uno de los mejores porteros de la máxima categoría, no es casualidad que asé le definan los especialistas. "Me fui fuera, desde muy pequeño con 16 años recién cumplidos, y he tenido que picar mucho para poder llegar donde he llegado ahora. Valoras muchísimas cosas, como cuando me fui para jugar en quinta división con 18-19 años… Es muy diferente al fútbol profesional o a los entrenamientos, a las instalaciones a las que estaba acostumbrado en Blackburn. Ahí me enseñaron muchas cosas y te ayuda a valorar mucho lo que tienes. No cambiaría mi trayectoria por nada del mundo".
Un portero que domina el juego de pies
El fútbol de ahora pide que los porteros, además de parar, sepan jugar con los pies, y pocos hay tan buenos como Raya. "Cuando eres pequeño, te gusta mucho jugar con tus amigos y ahí no te gusta jugar en la portería. En el colegio y en los fines de semana siempre hacíamos partidos de fútbol sala y ahí me ponía de jugador. Me adapté ahí un poco más a jugar con el balón en los pies y por eso tengo esa virtud".
Tiene muchas otras, como la valentía propia del cargo. "Estamos hechos de diferente pasta. La gente dice que no se pondría a que le pegaran un pelotazo en la cara o en la barriga. Son cosas de ser portero, se puede decir que somos diferentes".
Cuna de buenos guardametas
En España abundan los porteros de primera clase, siempre ha sido un diferencial en nuestro fútbol, y Raya, siempre dispuesto a mejorar, es el mejor para definir la situación. "El nivel de porteros que hay en España es grandísimo. Vivo cada concentración como si fuera la última y la disfruto como si fuera la última", resume. "Tenemos muy buen rollo. Venga quien venga, los porteros sabemos de dónde venimos y sabemos que si venimos es porque estamos jugando. Sabemos lo que es no jugar y tiene que haber buen rollo para que esto funcione".
Raya jugó el pasado jueves en Limasol ante Chipre, titular en un duelo que se resolvió con triunfo para mantener al equipo al frente del Grupo A de esta fase de clasificación. Cuando escuchó su nombre, el portero barcelonés asumió la responsabilidad de tener que defender el arco de la selección, no hay mayor privilegio para un jugador en esa demarcación. "Cuando sales al campo y escuchas el himno de España, te vienen muchos recuerdos de pequeño. De cuando se ganó la Eurocopa, Mundial y Eurocopa. Te viene muchos recuerdos. Era mi segundo partido, es un orgullo poder representar a mi país y espero poder hacerlo muchas veces".