La aventura del FC Saarbrücken, capaz de despedir a tres pesos pesados de la Bundesliga como el Bayern Múnich (dieciseisavos), el Eintracht Fráncfort (octavos) y el Borussia Mönchengladbach (cuartos), se terminó este martes, a las puertas de la final.
El duelo se desbloqueó tras un gran error del arquero del Sarrebruck, Tim Schreiber, al principio de la segunda parte. Tras un centro de Almamy Touré, Marlon Ritter remató de cabeza pasando por debajo de las piernas del portero.
A un cuarto de hora del final del partido, Touré aseguró la clasificación al engañar a Schreiber con la cabeza.
Segundo en la Bundesliga 2, el Kaiserslautern, un histórico del fútbol alemán, jugará su octava final de Copa, la primera desde 2003 cuando perdió contra el Bayern Múnich (3-1). Cuatro veces campeón de Alemania (1951, 1953, 1991 y 1998), además fue campeón de Copa en 1990 y 1996.
La segunda semifinal medirá el miércoles al Bayer Leverkusen, líder destacado de la Bundesliga e invicto esta temporada en 39 partidos (34 victorias, cinco empates) contando todas las competiciones, con el Fortuna Düsseldorf, tercero en la Segunda división.
