La imagen de la pierna del central argentino en una posición antinatural, con la rodilla mirando hacia un lado y el resto hacia otro, ya es terrorífica. Duele hasta mirar. 

Marcelo, enfrascado en sus regates, enseguida supo la consecuencia del pisotón con su pierna izquierda mientras se pasaba el balón a su derecha para esquivar la entrada. Los gritos y gestos de dolor de Luciano Sánchez eran dramáticos.

Sus compañeros corrieron a bloquearle la visión de la pierna, totalmente doblada, mientras el lateral brasileño, de rodillas, rompía a llorar. Poco o nada le importó la tarjeta roja que recibió, discutible también por mucho que la lesión que provocó al contrario, que no fue intencionada, le vaya a mantener de 8 a 12 meses fuera de los terrenos de juego.

"Hoy me ha tocado vivir un momento muy difícil dentro del campo. Sin querer he lesionado a un compañero de profesión. Quiero desearte la mejor recuperación posible, Luciano Sánchez. Toda la fuerza del mundo!", publicó en sus redes sociales el excapitán del Real Madrid. 

Su entrenador no entiende su expulsión

Marcelo estaba tan afectado que no pudo reprimir el llanto, desconsolado por la situación. Pero al término del encuentro, su técnico, Fernando Diniz, salió en su defensa y, lamentando la gravísima lesión del defensor argentino, dijo no entender la decisión del árbitro.

"Haré una metáfora. Para mí es lo mismo que cuando hay alguien conduciendo por la calle, pasa el semáforo en verde y es culpa del conductor. Marcelo regateaba y no tenía donde poner el pie. Para mí, la expulsión de Marcelo es absolutamente un absurdo, una locura. ¿Qué iba a hacer Marcelo?". 

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