El último revés de la nómina más costosa de Latinoamérica, tasada en 160,7 millones de euros por el portal especializado Transfermarkt, tuvo lugar el domingo en el estadio Morumbí.
En la casa del Sao Paulo, frente a más de 63.000 espectadores, vio cómo se esfumaba la oportunidad más clara de no irse en blanco esta temporada al caer con los locales en la final de la Copa do Brasil (2-1 en el global).
La nueva decepción parece sentenciar la continuidad de Jorge Sampaoli, apuntado como uno de los principales responsables del fracaso por sus problemas para gestionar el grupo: desde constantes rotaciones a usar a los jugadores en posiciones distintas a las que suelen actuar.
La imagen del argentino caminando hacia el vestuario apenas el árbitro decretó el final, mientras algunos de sus jugadores lloraban en campo adversario, describe el momento convulso que afronta el Flamengo.
"Las personas suelen sembrar cosas para luego recoger. No plantamos mucho y no recogimos nada", dijo el delantero Gabigol, criticado por la afición debido a su flojo nivel, tras la derrota ante Sao Paulo.
Mezcla de culpas
"¡Real Madrid, tu hora va a llegar!", cantaban los eufóricos jugadores del 'Fla' después de conquistar la Copa Libertadores, un hecho que llegó hace poco menos de un año.
Confiaban en que vencerían a los merengues en la final del Mundial de Clubes, disputado en Marruecos allá por el mes de febrero. El Madrid asistió a la cita, pero el 'Fla' se quedó en la semifinal al perder 3-2 con el Al-Hilal saudí.
Días antes habían perdido la Supercopa do Brasil contra el Palmeiras de Sao Paulo, su gran rival en los últimos años. El Mundialito fue la segunda de seis caídas. Le siguieron la Recopa Sudamericana, el Campeonato Carioca, la Libertadores y la Copa do Brasil.
Cuatro de los reveses fueron al mando del portugués Vítor Pereira, reemplazado en abril por Sampaoli, quien protagonizó la inesperada eliminación en los octavos de la Libertadores.
"Si se consideran la expectativa generada y el potencial del club por su poderío financiero, debemos reconocer que es realmente desastroso lo que está viviendo el Flamengo", dijo el comentarista Mauro Cezar Pereira en su canal de YouTube.
"La culpa no es solamente del técnico, de los directivos o del departamento de fútbol, es también de los jugadores, que cometieron muchos errores graves a lo largo de la temporada", agregó.
Pereira asegura que 2023 es uno "de los peores años" desde que el club fue fundado, en 1895. Otros no vacilan a la hora de afirmar que es el más desastroso de su historia.
"Romper con el pasado"
La situación, con todo, puede empeorar para una escuadra que tiene en su filas a hombres como Bruno Henrique, Filipe Luis, Everton Ribeiro, David Luiz, Gabigol, Giorgian de Arrascaeta, Gerson y Pedro.
En la única competición en la que sigue con vida, el Brasileirao, es séptimo, a once puntos del líder, Botafogo, a falta de 14 jornadas, y está por fuera de la zona de clasificación a la Libertadores 2024, un obligatorio para los grandes equipos brasileños.
"Lo mínimo que podemos hacer es buscar ese cupo", sostuvo el lateral Ayrton Lucas.
Si se confirman los vaticinios y no consigue bordar una nueva estrella, el 'Mengão' se irá sin títulos representativos por primera vez desde 2018, un año antes de que Jorge Jesus asumiera el comando.
Con el luso empezaron un dominio en Sudamérica que los llevó a ganar dos ligas, dos Libertadores, dos Supercopas brasileñas, una copa local y una Recopa Sudamericana en las cinco últimas temporadas.
Pero tras su salida, en julio de 2020, padecen de inestabilidad en la dirección técnica.
Siete entrenadores dirigieron a los rojinegros desde entonces, incluido Dorival Júnior, a quien la directiva no le renovó el contrato pese a haber ganado la Libertadores y la Copa do Brasil de 2022, y que los venció en el Morumbí el domingo.
Probablemente habrá que sumar un técnico más, pues se da por segura la salida de Sampaoli, según los medios.
"El dinero por sí solo no soluciona nada", apuntó Pereira. "Quien llegue tiene que tener la valentía de romper con el pasado de 2019. Se acabó, ya pasó. Algunos jugadores de esa generación pueden y deben seguir, pero no todos tienen condiciones para hacerlo", continuó.