Fue un 'entrenamiento' a puertas abiertas, con permiso del club y con la colaboración inestimable del público bilbaino, ávido de celebraciones y de fiestas grandes.
Con los capitanes al frente, Muniain, De Marcos, Lekue e Iñaki Williams, y con la música del inconfundible búfalo Villalibre, los jugados rojiblancos ensayaron cánticos en la noche de Bilbao con los atheticzales como preámbulo de la gran celebración que llegará el jueves por la ría.
Cánticos habituales en la grada de San Mamés interpretados por los veteranos y por la chavalería, con Prados, Unai Gómez y Jauregizar como máximos exponentes.
Incluso extrapolando su buen hacer en el campo, hubo hasta juego de equipo. Mikel Vesga vestía la camiseta con el nombre de Dani García. Éste portaba una reliquia museística de los anteriores campeones de 1984. Muniain, la segunda equipación celeste; Lekue, la azul del 125 aniversario; y De Marcos la camiseta histórica de los tiempos de Pichichi. En definitiva, el colorido y la alegría que los jugadores muestran en el terreno de juego.
A hombros
Uno de los héroes de los campeones coperos fue Julen Agirrezabala, suplente en Liga, pero titular en Copa, donde detuvo un penalti en la tanda. Unai Simón, el habitual titular liguero, lo alzó a caballito. Y así continuó la fiesta con los Vivian, Paredes, Yuri, Yeray, Imanol, Ruiz de Galarreta y compañía.
"40 años esperando este momento, sufriendo también con nosotros", decía Muniain. Y el capi añadía. "Por eso queríamos estar hoy con vosotros. Porque cuando decimos que somos una familia, no son palabras vacías. Queremos sentiros, queremos que nos sintáis a nosotros, queremos que celebremos juntos, que saltemos, que festejemos, porque somos… txapeldunak, txapeldunak".
Una gran fiesta popular, con los jugadores del Athletic mezclándose con los aficionados, bajando al barro para agradecer de veras y de corazón el apoyo mostrado en las épocas flacas.