Cabo Verde 2-2 Egipto
Es difícil expresar con palabras la emoción vivida en Abiyán. Los Tiburones Azules ya habían sellado su pasaporte a octavos antes de enfrentarse a los favoritos, los Faraones, que no contaban con el lesionado Mohamed Salah y debían ganar para garantizarse la clasificación.
Los caboverdianos afrontaron el partido con confianza y con el objetivo de mantener su pleno de victorias frente a un equipo que venía de cosechar dos empates. Los egipcios empezaron mejor, con un remate de cabeza de Mohamed Iatched a centro de Zizo. Tras un comienzo titubeante, los Sharks confiaron en un Vozinha en plena forma para detener el disparo lejano de Omar Marmoush y el rechace de Mohamed.
El trabajo del guardameta dio sus frutos al filo del descanso, cuando Benchimol, del Benfica B, encontró suficiente espacio en el área para eludir a la defensa y disparar a la escuadra para abrir el marcador.
El descanso fue bueno para los egipcios y para Rui Vitória, que acertó con los cambios: al poco de entrar, Trézéguet apareció solo tras un pase de Hegazi y coló el balón entre las piernas de Vozinha para el empate.
Los siete veces campeones del torneo salieron en busca de la victoria, en un momento en el que el resultado del otro partido del grupo los había relegado al tercer puesto. Trézéguet estuvo a punto de empatar, pero esta vez Vozinha le superó. En el tiempo añadido, cuando los Faraones ya no se lo creían, Mohamed recibió con el pecho un pase de Trézéguet y batió al guardameta, culminando la remontada y desatando las celebraciones en las gradas.
Sin embargo, las celebraciones duraron poco ya que, poco después, Bryan Teixeira fue más rápido para llegar a un rechace de las manos de mantequilla de El Shenawy y restableció la igualdad con la que terminó el partido. Los egipcios respiraron aliviados al comprobar que se habían clasificado en segunda posición gracias al empate de Ghana con Mozambique.
Mozambique 2-2 Ghana
Ghana desperdició una ventaja de dos goles en el tiempo añadido gracias a una notable remontada de los Mambas, que deja a las Estrellas Negras con la calculadora en la mano a la espera de pasar como uno de los mejores terceros clasificados, con sólo dos puntos.
Los ghaneses afrontaron el partido sabiendo que necesitaban ganar para evitar otra salida consecutiva de la competición en la fase de grupos. Los hombres de Chris Hughton pisaron el acelerador y, en el primer minuto, pusieron a prueba a Urrubal. En el minuto 15, Paintsil cayó en el área tras un toque entre Mexer y Nanani, un polémico penalti que transformó Jordan Ayew.
Al comienzo de la segunda parte, Bruno Langa estuvo a punto de empatar y cuando parecía que los mozambiqueños estaban más confiados y cerca del empate, se señaló otro penalti por mano de Reinildo sobre un disparo de Kudus. El mismo hermano Ayew asumió la responsabilidad y aumentó la ventaja.
Parecía un final un tanto injusto para la campaña de los Mambas tras 12 años fuera del torneo, pero aún pudieron meterse en el partido en el tiempo añadido, al transformar Geny Catamo, del Sporting, otro penalti cometido por mano de André Ayew.
Y cuando parecía que todo había terminado, Reinildo, del Atlético de Madrid, irrumpió en el área, superó a los defensas y marcó de cabeza el gol del empate, que daba a los mozambiqueños un merecido punto y aguaba la fiesta a los ghaneses.