Desde el reciente triunfo de Catar hasta la vida en Oriente Próximo o la posibilidad de volver a entrenar en Europa. Tras ganar la Copa de Asia, Tintín Márquez -al que en Doha llaman 'Míster López'- mira al futuro pero sin olvidar el pasado.
Empecemos por su pasado: ¿qué clase de jugador era Tintín Márquez?
Era un jugador de calidad, pero con poco recorrido.
¿Le hubiera gustado entrenar a alguien como usted?
Sí, porque metía muchos goles. Yo era un centrocampista ofensivo que trabajaba poco en defensa (risas).
Y, además, como decía Charlie Rexach, correr es de cobardes, ¿no?
Sí, claro (risas).
Usted tuvo sus primeras experiencias como entrenador en la Ciudad Condal, pero luego tuvo que irse al extranjero.
Sí, pasé toda mi carrera como jugador en Barcelona y luego empecé a entrenar a un equipo de tercera división, el Europa, con el que tuvimos la suerte de ganar la Copa Catalunya al Barça. Sólo entonces volví al Espanyol porque no tenía el título y pensé que sería bonito conseguirlo trabajando allí. Empecé en el fútbol juvenil y llegué hasta el primer equipo, pero allí no me fue bien. Me despidieron y tuve que marcharme. Me fui al Castellón. Una mala experiencia, la verdad.
Y después a Catar.
Fui por primera vez en 2011, pero tras comprar un equipo profesional en Bélgica me enviaron allí con un proyecto llamado Football Dreams, que consistía en reclutar jugadores en África, directamente en sus países. Allí estuve cuatro años.
Hasta la llamada de Irak.
Me llamaron para que ayudara a su entrenador a preparar los Juegos Olímpicos de 2016. Hicimos tres meses de preparación y fuimos a Río, pero sólo estuve con ellos ese período. Y luego, tras el Sint-Truidense de nuevo en Bélgica, volví a Catar.
¿Por qué otra vez Catar?
Porque me llamaron de un equipo importante (Al-Wakrah) que estaba pasando por un período muy malo en segunda y yo podía echarles una mano. Tuvimos la suerte de ascender. Llevaban seis años allí y conseguimos clasificarnos entre los tres últimos en la Liga de Campeones. Hicimos un buen trabajo.
Tan bueno que le llamaron para dirigir a la selección cuando se fue Queiroz. El 6 de diciembre le nombraron seleccionador, en Nochebuena dirigió su primer entrenamiento y el 10 de febrero ganó la Copa Asiática. ¿Cuándo se dio cuenta de que realmente podía ganarla?
Si tengo que ser sincero, en ningún momento porque es muy difícil. Lo que consiguió Félix fue algo increíble. Ganar con Catar a selecciones como Japón, Corea, Australia o Irán, equipos muy fuertes en definitiva, era casi impensable. Jugamos partido a partido, con entusiasmo, superando ronda tras ronda. Quizá cuando nos enfrentamos a Irán en semifinales empezamos a pensar que podíamos ganar a Jordania, porque habíamos jugado un amistoso contra ellos antes de empezar el torneo y parecían un buen equipo al que podíamos ganarles.
¿Cuánto le ha influido ese éxito?
Inmediatamente después de la victoria todo el mundo me escribió. Toda la gente que me conoce y que sabe que estuve fuera de casa casi 13 años en los que tuve decepciones y alegrías. Ninguna alegría, sin embargo, puede compararse con la de ganar la Copa Asiática.
Pep Guardiola, Xavi Hernández, Félix Sánchez y ahora Tintín Márquez. ¿Por qué tienen esta predilección por el fútbol catalán en Catar?
Tenemos buen feeling con los cataríes porque el carácter español se adapta bastante bien al suyo. Además, les gusta nuestra filosofía de juego: intentar tener el control del balón y ser ofensivos. Bueno, no todos los entrenadores españoles son iguales. Pero la idea que se extendió tras el Mundial que ganamos en 2010 y las Eurocopas de 2008 y 2012 fue que en España jugamos un fútbol ofensivo.
¿En qué tipo de entrenador le han convertido todas estas experiencias alrededor del mundo? ¿Quién es hoy Tintín Márquez?
Sigo teniendo la misma idea que tenía en Barcelona. Definitivamente tengo un poco más de experiencia y, por lo tanto, afronto algunas situaciones con más calma, pero sigo desarrollando la misma idea que he llevado allá donde he entrenado. En algunos sitios ha ido bien, en otros no tan bien o nada. En esta última aventura, sin embargo, diría que ha ido fantástico.
¿Cuál es la situación del fútbol en Oriente Próximo?
Catar ha dado un paso adelante increíble. En los últimos años, los futbolistas son mucho más profesionales en cuanto a responsabilidad, horarios, asistencia a los entrenamientos y comprensión del juego. Han mejorado mucho, muchísimo. Por supuesto, si nos comparamos con Europa, no ya con los grandes equipos sino incluso con los medianamente buenos, todavía está un poco lejos. Dicho esto, Catar ocupa actualmente la mejor posición de su historia, está en el puesto 34 de la clasificación de la FIFA, y eso significa que ya está a un gran nivel, porque los jugadores han mejorado mucho.
¿Le gustaría volver a Europa para entrenar a un equipo puntero?
No, no. Después de Catar volveré a casa. Mi intención es que cuando termine mi trabajo en Catar diga 'basta'.
Tras el último Mundial de Catar, este volverá en 2023 a la península arábiga. ¿Hasta dónde llega el fútbol en Oriente Próximo?
Bueno, aquí están locos por el fútbol. Lo saben todo sobre la liga española, la liga inglesa..... Ven mucho fútbol. Les gusta mucho el deporte, sobre todo al emir, al hermano. Catar invierte mucho y promueve todo: natación, baloncesto, atletismo, balonmano... todos. También en instalaciones, que son impresionantes, como en el fútbol base y entre los que empiezan a competir en el Aspire.
Si un joven futbolista europeo, digamos Gabri Veiga o un campeón ya consagrado, le llamara para pedirle consejo sobre si venir o no a la Saudi Pro League o a cualquier liga de Oriente Próximo, ¿qué le diría?
Pues que viene ahora mismo. Por ejemplo, tenemos mucha gente joven, como el propio Veiga. Bueno, nosotros, por ejemplo, tenemos un proyecto en Catar donde están reclutando jugadores de 17 y 18 años. De España, por poner un ejemplo, tenemos a Simo, un chico que tenía un proyecto para un primer equipo español. Bueno, el consejo es que el fútbol es fútbol en todas partes, que se compite, se entrena bien, es profesional y quizá la ventaja es que aquí se gana más que en Europa.
En el Mundial de Catar ha habido muchas críticas sobre cuestiones de derechos humanos, la condición de los trabajadores y todo eso. ¿Cree que están justificadas o que aún no se conoce bien la realidad en Europa?
Son injustificadas al cien por cien. Siempre digo lo mismo, quien diga estas cosas que coja un avión de Qatar Airways, venga aquí, se quede 15 días y luego vuelva a repetir su opinión, a ver qué opina. Son prejuicios que parten de la ignorancia total.