Sebastian Kehl sabe que su club, cada cierto tiempo, está obligado a vender a su estrella para poder mantener su estatus de equipo grande. Parece contradictorio quedarte sin tu mejor hombre para seguir siendo competitivo, pero hay pocos como el Dortmund capaces de invertir en promesas a los que luego convierte en cracks mundiales. 

El último de ellos es Jude Bellingham. El inglés, públicamente, no ha dicho ni pío sobre su futuro. Se quedó un año más con la promesa de que el equipo, y él como futbolista franquicia, darían un paso adelante. Y ahí está, luchando codo con codo con el Bayern Múnich por la Bundesliga, mientras el Real Madrid, y ya en menor medida el Liverpool o el City, sueñan con él. 

El que sí ha hablado ha sido el responsable deportivo del equipo borusser. "No hay cláusula de rescisión, tiene dos años de contrato. Estamos tranquilos en lo que el tema Bellingham se refiere, estamos preparados para diversos escenarios", ha admitido en Sky TV. 

Quieren renovarlo

Porque Kehl sabe que, a pesar del papel firmado, retenerlo va a ser harto complicado. Pero si no son capaces de hacerlo, el que lo quiera se va a tener que rascar el bolsillo, y mucho. "Tiene un valor para nosotros. El que lo quiera tendrá que pagarlo. Si se marcha, será posible para nosotros obtener mucho dinero de acuerdo con los precios del mercado. Esa es una variante en la que en el pasado hemos encontrado soluciones". 

Aun así, no se rinde. "Sabemos que Jude quiere el título, está concentrado en eso y al margen de su futuro. Estoy en contacto con sus padres. Ha habido fases en las que he tenido la sensación de que se va, otras en las que se queda. Si salimos campeones, será una señal, no nos veo sin posibilidades".