De infarto. Frenético. Intenso. Los adjetivos sobran para describir el cierre de una Bundesliga que se ha definido hasta el último momento de la jornada número 34. Signal Iduna Park se ha quedado con las ganas de romper la dinastía tiránica del Bayern. Este sábado, los bávaros han conquistado su 11ª título consecutivo.
El Dortmund, que llegaba como líder al cierre de la competición, regaló en casa la posibilidad de romper la hegemonía bávara. Los black and yellow empataron 2-2 con una excelente versión del Mainz que, sin nada que perder, apostó todo por generar contragolpes y causar un temblor de 10 en la escala de Richter en Alemania.
El Mainz se adelantó en el minuto 15 con un gol de Olsen. El nórdico definió con un cabezazo certero que venció a Kobel. El tanto, como era de esperarse, fue un jarro de agua fría para los locales: minutos más tarde, el árbitro decretó un penalti que falló Haller. Acto seguido, los visitantes, aprovechando el nerviosismo del Dortmund, marcaron el segundo en el minuto 24 con una buena acción de Onisiwo.
En el segundo tiempo, con más ganas que fútbol, Guerreiro descontó e ilusionó a más de 80.000 hinchas. Sobre el final, un gol de Sule aumentó los decibelios de un Dortmund que, desconocido, perdió la última posibilidad con un pelotazo desde atrás que retuvo Dahmen.
El Bayern hace sus deberes
Mientras que el Dortmund se durmió en sus laureles, el Bayern, criticado durante toda la campaña, superó 1-2 al Colonia en condición de visitante. Los dirigidos por Tomas Tüchel se adelantaron con un golazo de Koman.
En la segunda parte, un penalti de Dejan Ljubičić en el minuto 81 ocasionó terror en los bávaros que, lanzados hacia el ataque, marcaron el segundo en el minuto 86.
Jugador de la jornada Flashscore: Musiala.