Suárez, aquejado de dolores en la rodilla derecha, también ha recibido una oferta del Inter Miami, donde jugaría junto a su amigo Messi y sus ex compañeros en el Barcelona Busquets y Jordi Alba. Aunque el embrollo continúa, las partes no se han pronunciado oficialmente sobre el supuesto descontento.
El Grêmio sólo aceptaría una posible salida de Suárez si recibe una compensación económica por el jugador o si el astro uruguayo anuncia el final de su carrera. Existe una cláusula de rescisión que liberaría a Suárez, pero el Inter tendría que invertir 70 millones de euros, algo que, hoy por hoy, es totalmente inviable .
La posibilidad de jugar en Estados Unidos atraería a Suárez porque la carga de juego es menor en comparación con el fútbol brasileño. El jugador estaría dispuesto a devolver una parte importante de su salario, pero el equipo brasileño no quiere que Suárez juegue inmediatamente en otro club.