"Es difícil. Me llamo José Paulo Bezerra Maciel Júnior, tengo 36 años y soy exjugador. Soy un tipo bendecido y privilegiado. Volé a lo largo de mi carrera durante los 30 años que estuve en el fútbol. Mi casa, como yo digo. El campo era mi casa", afirmó.
El último club de Paulinho fue el Corinthians, donde hizo historia al ganar la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes en 2012. Además, tuvo un papel clave para conquistar los títulos del Brasileirão en 2011 y del Paulistão en 2013. En total, jugó 212 partidos, marcó 40 goles y dio 13 asistencias con la camiseta del Timão.
El excentrocampista jugó su último partido en mayo, contra Racing (Uruguay) en la Copa Sudamericana, y recibió un homenaje en el Neo Química Arena. Entró en la segunda parte, recibió el brazalete de capitán y fue aclamado por la afición. Tras el pitido final, fue aclamado por sus compañeros y dio la vuelta olímpica.
"Sentí que sería mi último partido. Con 45.000 corinthianos, no hay nada mejor que pudiera haber hecho para dejar el fútbol", recuerda.
Tras brillar en casa entre 2010 y 2013, Paulinho hizo carrera en el extranjero y en la Seleçao. En 56 partidos con la camiseta amarilla, marcó 13 goles, fue titular en los Mundiales de 2014 y 2018 y ganó la Copa Confederaciones de 2013.
"El orgullo de haber representado a mi país y oír a un entrenador decir al mundo entero: 'Paulinho está en la lista para jugar el Mundial'; no hay nada que pueda compensar eso. Lo que hay es orgullo, gratitud", afirmó el exjugador.
Su primer club extranjero fue el Tottenham. En dos años en Inglaterra, jugó 67 partidos y marcó una decena de goles. Más adelante, en la 2017/18 puso rumbo al Barcelona para experimentar su primera y única experiencia en España -conquistó LaLiga y la Copa del Rey, con nueve dianas en 49 encuentros-.
Sin embargo, el equipo extranjero en el que más jugó fue el Guangzhou Evergrande, con 172 actuaciones y 74 chicharros. En pleno auge de la inversión en el fútbol local, el brasileño ganó cuatro Superligas chinas y una Liga de Campeones asiática.
"Pero por encima de todo eso, Paulinho fue un gran hombre, un gran ejemplo, y dejó un gran legado para el mundo del fútbol", afirmó durante el mencionado vídeo.
Próximos pasos
Su intención es seguir en el fútbol, pero entre bastidores. Prueba de ello es que lleva dos años estudiando administración y ya tiene claros sus objetivos.
"Volver a representar a mi país, volver a jugar otro Mundial y una Liga de Campeones, pero ahora como mánager. Tengo que estudiar, trabajar duro y entender mucho para poder alcanzar todos estos objetivos", concluyó.