No valen excusas de llevar una sola semana de trabajo ni las de las cargas enormes. Es inconcebible que un equipo como el Villarreal dé la imagen penosa que ha dado en tierras suizas.
A los diez minutos ya iba perdiendo 2-0. Nunca mejor dicho aquello de submarino. Porque eran incapaces de emerger a la superficie para reaccionar. Tardaron un tiempo hasta que, sin ritmo pero con balón, fueron capaces de reducir distancias gracias a Chukwueze.
Pero fue un espejismo porque la intensidad de los locales era como ver un partido de profesionales con juveniles. Cinco minutos antes del descanso, anotaron otros dos tantos.
Cambió el equipo por completo Quique Setién para encontrar algo de frescura y de más ganas. Pero a los tres minutos de la reanudación ya habían recibido otras dos dianas para el 6-1 definitivo.
Aunque sea el primer partido, urge cambiar la imagen.
El once del Villarreal en la primera parte fue el siguiente: Jörgensen; Kiko Femenía, Cuenca, Hugo, Alberto Moreno; Chukwueze, Trigueros, Comesaña, Capoue; Danjuma y Brereton.
Y el de la segunda, éste: Reina; Altimira, Mandi, Abraham, Pedraza; Parejo, Denis Suárez, Terrats; Yeremy, Gerard Moreno y Morales